¡Lo qué son las cosas! Ha tenido que sobrevenir la crisis económica para que en mi familia nos sintamos cada día más europeos.
Desde que los apuros económicos empezaron a aflorar, como en toda casa de vecino, los recortes no han acabado de sucederse en mi hogar.
En estos días según todos los rumores e indicadores, todo apunta que tendremos que apretarnos el cinturón hasta límites insospechados, llegando a constreñir de tal manera que hagan peligrar incluso algunas funciones vitales.
Ante tan pésimos augurios en mi familia hemos decidido ir entrenándonos; para ello, obligatoriamente determinamos seguir una estricta dieta. La dieta en cuestión es básicamente italiana, e invariablemente de postre y después de cada comida le sigue un yogur griego.
A todo esto, mis hijos aprendiendo alemán a marchas forzadas.
Lo cierto es que nos estamos convirtiendo en una familia muy europeísta, los hechos así lo demuestran.
Manuel Villena Lázaro