Reflexión del obispo emérito de Mondoñedo-El Ferrol Don José Gea, ante las críticas a
la Iglesia por parte del Gobierno. Por las reacciones del Gobierno que leo en la prensa, parece que no le han sentado nada bien ni la concentración del domingo en defensa de la familia ni las frases de algunos cardenales y obispos. Se decía en mis tiempos de estudiante: excusatio non petita, acusatio manifesta (excusa no pedida, acusación manifiesta).
La familia concebida desde la fe de
la Iglesia ¿corre o no peligro en la actualidad? No me explico la reacción de determinadas fuerzas políticas ante la convocatoria. En defensa de la familia, ni las reacciones manifestadas por el Gobierno y por otras fuerzas. Si los cardenales han hablado están equivocados en lo que han dicho, digan en qué; y si no ¿por qué esas reacciones? Porque han dicho cosas que no me parecen sensatas: exigir una rectificación a
la Jerarquía por lo que dijeron en el acto, y que si los cardenales quieren hacer política, que se presenten a las elecciones, y que hay muchos cristianos que con esta jerarquía eclesiástica tienen ganas de borrarse (aunque no estaría de más que lo hiciesen algunos, porque cristianos así están de sobra). Ha habido quien ha dicho que los cardenales que hablaron son el ala más conservadora de
la Iglesia.
En esta misma línea de fuerte crítica se manifestó
la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales diciendo que la democracia que corre peligro con la pretensión de los obispos de imponer «un modelo ultraconservador de familia». Prefiero en modelo de familia que defienden los obispos que la que promueve esta federación. Como respuesta a todo esto, creo en primer lugar que cualquier cardenal, obispo o cristiano puede estar disconforme y decir su opinión sobre cuestiones y líneas políticas sin necesidad de que para ello tengan que presentarse a unas elecciones ni pedir permiso al Gobierno. Pueden hablar de todo desde un punto de vista moral y doctrinal. Y no sólo pueden sino que deben. Es deber irrenunciable para los obispos como pastores del Pueblo de Dios, presentar con claridad la fe de
la Iglesia y animar a sus fieles a ser coherentes, pertenezcan o no a un partido político. Eso es precisamente lo que han hecho cardenales y obispos ante los católicos. Y es que, queridos socialistas, la doctrina es ésta, tanto si os gusta como si no. El católico que no lo acepte es muy libre para no aceptarlo, pero no es coherente con su fe cristiana. Hay quienes alardean de ser católicos siempre pretenden que
la Iglesia piense como ellos.
Reflexión.
Los obispos no negamos la soberanía de la sociedad ni pretendemos que se legisle desde la fe cristiana, pero tenemos todo el derecho a decir que ciertas leyes van contra el bien común y contra los derechos humanos; y cuando se promulgan esas leyes tenemos el deber de criticarlas y decir a los cristianos que no están obligados a cumplirías; y eso lo debemos decir también a los gobernantes cristianos. Pongo dos ejemplos, uno sobre el aborto y otro, sobre la familia.
A) Sobre el aborto: Aunque alguien muy en la cumbre del Gobierno haya dicho que todos tienen derecho a tener derechos, es necesario decir que también los más indefensos como los niños todavía no nacidos, tienen el mismo derecho a la vida que tenemos cualquiera de nosotros. Lo que dice
la Iglesia sobre el aborto es, sencillamente, que es un asesinato, no importa que tenga muchas o pocas semanas o días de vida. Y si es un ser humano, ¿quién puede suprimirlo y qué autoridad puede dar esto por bueno? ¿Con qué derecho? ¿No sería ya hora que desapareciese de nuestra legislación la tolerancia del aborto, sea quien sea el partido que gobierne? ¿Es que no tendrá agallas ningún partido político para defender la vida de todo ser humano como el bien más valioso y sagrado?
Porque no es cuestión de criterios religiosos o legales, sino científicos. Si el nuevo ser no es persona desde el primer momento de ser engendrado, ¿qué inconveniente hay en que se pueda abortar sin plazo alguno y con toda libertad? Pero si es persona ¿cómo es posible que una sociedad que se tiene por moderna autorice la supresión de vidas inocentes e indefensas? La vida de cualquier animal en peligro de extinción está más protegida que la vida humana. A muchos no les gusta que se compare el aborto con los asesinatos en en los campos de concentración, pero ¿por qué son peores éstos? También podemos aprender mucho de los antiguos. ?Recordemos el aforismo latino que dice ?maxima debetur puero reverencia? (Al niño se le debe el máximo respeto). B) Sobre la familia: ¿Es conveniente o no que la familia tenga estabilidad? La legislación no está apuntando a que lo mismo da que sean hombre y mujer o que sean homosexuales; lo mismo da que se asegure la estabilidad que no. La familia viene a ser algo así como los animalitos que se juntan o se separan en cualquier momento. ¿Esto es progreso? Dicen que sí, pero ¿hacia dónde? ¿hacia la selva?
Y el derecho de los padres a que sus hijos sean formados y educados según sus principios morales ¿se mantiene en el proyecto de Educación para
la Democracia, o se les quieren inculcar esas líneas que llaman progresistas y que no son "las anticuadas propias de
la Iglesia Católica?".