El Supremo da con ello respuesta a cuatro casos en los que se había planteado el uso de este derecho a la objeción frente a lo que muchos consideramos un atentado contra uno de los derechos fundamentales: la Libertad de Educación. Tanto por el adoctrinamiento moral que supone, como por la usurpación que esta asignatura busca en los mayores y principales protagonistas de la educación de los hijos que son los padres.
Desde las filas de Familia y Vida lo primero que se nos ocurre en este momento es solidarizarnos con todos aquellos padres y madres en primer lugar, como con todas las instituciones que han luchado y que deben seguir luchando por uno de los más grandes derechos del hombre: la Libertad.
Invitamos desde aquí a continuar la lucha, hay que denunciar y recurrir los contenidos y por supuesto hay que llegar a las instancias superiores, Tribunal Constitucional y hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, con la esperanza de que desde algún lugar alguien reconozca no sólo el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos; también la obligación que tiene el Estado de no adoctrinar moralmente a sus ciudadanos en ese proceso educativo en planteamientos que no se corresponden con la condición natural de la persona.
Ahora bien, el problema no termina aquí. Si bien es cierto que el Tribunal Supremo se ha limitado a juzgar los Decretos del Gobierno y no ha entrado en el fondo de la materia, y si bien es cierto que ha sugerido aparcar las cuestiones morales que puedan generar controversia; el Partido Familia y Vida quiere denunciar y alertar sobre una solución final que probablemente no nos guste.
Es bueno pensar que la desaparición de una asignatura como Educación para la Ciudadanía no soluciona el problema de la educación en el relativismo y la falta de valores en la vida, la familia y la libertad del hombre y su naturaleza. Es posible educar así de mal desde cualquier materia y además probablemente, con toda seguridad, la asignatura en entredicho tiene una buena parte de contenido en la que todos coincidimos. Lo que ocurre que esa parte del contenido que cae en el adoctrinamiento moral la hace no valida en sí misma.
Animamos a seguir en la batalla, agotemos las vías, denunciemos a quienes por intereses de otro tipo no han sido capaces de apoyar esta lucha noble de tantos padres e instituciones amigas. Pero recordemos que la solución no será fácil, esta primera deliberación del Tribunal Supremo se corresponde a una sociedad que ha asumido la injerencia de la Política en el Derecho.
Pensemos que ya en este fallo se niega el derecho de unos padres a discrepar y por lo tanto a no hacer uso de un derecho como el de la Objeción de Conciencia; y eso que siete votos de 29 así lo han manifestado y deberían hacer meditar al resto.
El Partido en el poder, PSOE, ha dado un paso, al Partido de la oposición, PP, se lo han puesto fácil. Desde el nuestro, Partido Familia y Vida, insistimos; hay que tener voz y voto o sólo nos quedará la desobediencia y eso está mal visto, aunque visto lo visto a ello vamos.
Partido Familia y Vida
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