Es posible que la cuna del nonato tenga lugar en el hospital Cedars-Sinaí Medical Center de Beverly Hills, lugar donde han dado a luz artistas como Jodie Foster, Julia Roberts y Salma Hayek. El matrimonio Javier Bardem y Penélope Cruz está a la espera del gran acontecimiento de sus vidas: ser padres.
Por otra parte, los deportistas más codiciados por las diversas marcas comerciales son: David Beckham, que continúa encabezando el ranking de los más acaudalados. Roger Federer que es considerado como uno de los tenistas más sofisticados. Leo Messi es el futbolista más adinerado sumando el sueldo de su equipo y sus retribuciones publicitarias. Cristiano Ronaldo también sale en la lista de los más potentados. La campeona mundial de patinaje artístico, Kim Yu-Na, es la atleta mejor pagada del orbe; la surcoreana cede su palmito a una marca automovilística y a una empresa fabricante de ropa deportiva.
La solidaria actriz colombiana, Shakira, ha puesto su nombre a un perfume y la modelo Noemi Campbell ha sido premiada por su influencia en el mundo de la moda.
El famoso comentarista deportivo inglés, Michael Robinson, es el intérprete de una campaña viral para un néctar refrescante. También el jugador de fútbol Michael Owen y la actriz Deepika Padukone son los nuevos prescriptores de una marca de relojes suizos.
Un nuevo escándalo se ha evidenciado. El delantero del Manchester United, Wayne Rooney, mientras su esposa se encuentra en estado de buena esperanza, se ha dedicado a alternar con mujeres de vida depravada frecuentando con ellas eventos públicos, según los rotativos británicos. Ante el lujurioso comportamiento del jugador, la compañía fabricante de bebidas refrescantes, ha anulado el contrato de publicidad que había rubricado con el futbolista.
Sucede que algunos famosos con sus comportamientos públicos o, en su vida privada, pueden tener algunos aspectos negativos que el público asocia con el producto que anuncia, dañando el posicionamiento del mismo en el mercado. Este es el caso de Wayne Rooney que ha recibido la anulación de su contrato publicitario.
Clemente Ferrer
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