Jordi Pujol debe pagar a Hacienda lo que debe. Sus hijos, también. Queda claro ¿no
Dicho esto tengo un problema: creo en las casualidades pero no en las coincidencias. Estadísticamente, la coincidencia tiene muy mala reputación. Y eso de que, en pleno proceso negociador Madrid-Barcelona, en víspera de la reunión en Moncloa de Mariano Rajoy y Artur Mas, Pujol entona su 'mea culpa' de hace casi treinta años... pues mire usted, como que suena un poco forzado.
Como forzado suena el farisaico escándalo, el estridente rasgado de vestiduras de todos aquellos que han seguido a la confesión de parte del expresidente de la Generalitat.
Puede que Pujol haya perdido perdón al sentirse acosado por el Fisco y para evitar mayores males penales. Casi seguro que ha sido así. Pero al menos ha pedido perdón, saludable hábito que algunos califican como "religioso" y que, en efecto, es religioso y además, de lo más humano. A fin de cuentas, la religión cristiana es la única verdadera precisamente porque es una recreación de lo humano, es decir, de la ley natural.
En cualquier caso, Pujol es el mismo que entonó aquello de que "nacionalismo es construcción", consejo que, por lo que se ve, su segundo de entonces, ahora primero, Artur Mas, ha abandonado.
Y lo segundo, algo marcha mal si el peor pecado de un hombre es defraudar a Hacienda. El fraude se soluciona pagando y con la correspondiente sanción. O como decía Emilio Botín, al que le ocurrió lo mismo, solo que, cuantitativamente, en un nivel ligeramente superior: "Hay que regularizar, me encantan las regularizaciones". Y por cierto, lo dijo en plena Junta General de accionistas, porque el escándalo Botín, otra casualidad, surgió en vísperas de la Junta del Santander.
Pujol debiera hacer lo mismo. Además, como ya anunció la portada de La Vanguardia el pasado domingo, en un ejercicio de prestidigitación periodística que debiera quedar para las hemerotecas: Ya ha pagado 2 millones de euros.
Pero rasgado de vestidura no, por favor: resulta muy hortera.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com