Sr. Director:

Después del aburridísimo "debate" del lunes por la noche (que, para más INRI, va a tener segundo asalto), ese espacio televisivo gratuito regalado en exclusiva a los dos partidos mayoritarios, el principal tema de conversación es dilucidar quién ganó o perdió semejante parodia.

En mi opinión, la pantomima tiene un claro perdedor: usted. El futuro no es muy halagüeño si tenemos que resignarnos a que uno de estos dos demagogos presida nuestro Gobierno los próximos cuatro años. Ambos son mediocres e incompetentes, obsesionados con el pasado y empeñados en sacar a relucir los errores del otro, sin ideas para nuestro futuro ni propuestas concretas que ofrecer ante la evidente necesidad de un cambio político y una alternativa que se adapte a las nuevas situaciones y problemas con los que nos enfrentamos.

Ninguno de los dos tiene el carisma necesario para liderarnos, ni siquiera la inteligencia suficiente para hablar noventa minutos sin leer sus notas ni mostrar sus gráficos y estadísticas. La única diferencia radica en la ruindad y manipulación de las víctimas del terrorismo por parte de uno de ellos, pero me imagino que el otro también haría lo mismo si fuera el "aspirante".

Si estos dos cuentistas es lo mejor que puede ofrecernos nuestra clase política hoy en día, si tenemos que conformarnos con esa vulgaridad, no me extraña el colofón "buenas noches y buena suerte", pues suerte es lo que vamos a necesitar con cualquiera de ellos dirigiendo nuestros destinos.

José Antonio Mingo Botí­n

joseambotin@yahoo.es