Digamos que se llama Fátima. Digamos que es magrebí y que se encuentra en España, con una imputación añadida. Digamos que tiene 17 años de edad, y que está embarazada. Digamos que ha acabado en manos de los Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid, funcionarios que, el próximo día 20, decidirán por ella si debe abortar en el matadero Dator, el mayor abortódromo de este paraíso del aborto en que se ha convertido en España. Y digamos que me temo que el Gobierno de Esperanza Aguirre decidirá justamente lo peor.
Y todo lo que digo es cierto, aunque lo exigible es salvaguardar la intimidad de esta chica-mujer.
Y digamos, finalmente, que todo lo que digo es cierto, como se dice en las películas, "un caso real".
La proba funcionaria de la Comunidad de Madrid, Pilar Calluela, ha sido muy diligente: ha pedido un informe médico… a la clínica Dator. No se lo van a creer pero los matarifes de la madrileña calle Hermanos Gárate han dictaminado, tras un sesudo estudio clínico, que Fátima debe abortar o sufrirá grandes secuelas psíquicas. Sorpresa, ¿eh?
Claro que los psiquiatras y psicólogos de la Dator son geniales. Que se sepa, nunca jamás han dictaminado a favor del feto: es decir, nunca han dicho que una mujer no sufrirá ninguna secuela psíquica si hace lo que hacen millones de mujeres: tener a sus hijos, educarlos y, sobre todo, amarlos. De hecho, lo que produce secuelas psíquicas no es el embarazo y el parto, sino el aborto. Peor ya se sabe que la psicología es ciencia abstrusa.
Creo que ya he contado la denuncia interpuesta contra Dator por una asociación Provida, donde se demostraba que en la clínica Dator figuraban prospectos firmados por médicos donde se concluía lo mismo que con Fátima: o aborta o esta señora –todavía no existía la tal señora- sufrirá perversas secuelas psíquicas. La denuncia se formuló ante el fiscal general del Estado, don Jesús Cardenal, (durante el Gobierno del PP). ¿A que no saben a quién le remitió el informe don Jesús? Pues al fiscal jefe de Madrid, a la sazón el muy progresista, y actual ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo. Más sorpresas: ¿A que no se imaginan qué concluyó el sesudo fiscal? Pues sí, que no había indicio de delito alguno, lo que don Jesús Cardenal, su superior del PP, de derechas de toda la vida, aceptó sin rechistar: la pantomima homicida, el gigantesco fraude de ley, podía seguir adelante.
Lo malo es que en el caso de Fátima se ha cruzado otro informe de una asociación Provida, afirmando justamente lo contrario, tras la intervención de otros psiquiatras y psicólogos que sí han analizado a Fátima: está perfectamente preparada para ser madre, aunque necesita apoyo material… que la propia asociación Provida está dispuesta a prestarle.
En el entretanto, Fátima está acogida en uno de los centros de Aldeas Infantiles, y uno de sus directivos, José María Sánchez, ya ha aclarado que no desea que la visite nadie más. Hay que dejarle tranquila hasta el día 20, en el que Pilar Calluela se presentará con un informe a la Junta de Menores: cuatro funcionarios de doña Esperanza Aguirre que van a decidir la suerte del hijo de Fátima: la vida o el matadero Dator. Y tampoco estoy muy esperanzado, porque Aldeas Infantiles –hablo por boca de una de sus directivas- tiene un mandamiento: "nosotros nos ocupamos de los niños a partir de su nacimiento". ¿Y los que no logran nacer? Bueno, ese no es el objeto social de Aldeas Infantiles.
El departamento de menores de la Comunidad está a cargo de Paloma Martín, y también me temo lo peor, dado lo ariscos que se han puesto sus colaboradores contra el grupo Provida que pretende salvar al hijo de Fátima y ayudar a la madre, frente a la más resolutiva propuesta de Dator: le quitamos el paquete en un minuto, oiga usted. La decisión: el día 20 de agosto.
La pregunta es: ¿Está la señora Aguirre de vacaciones? Porque debería dedicar un minuto a salvar una vida y un par de horas, o de días, a reparar en el maridaje entre los servicios de familia y de atención a la infancia del Gobierno que dirige y las clínicas abortistas de Madrid, capital mundial del aborto. Porque en ninguna comunidad autónoma el Gobierno financia el 21,3% de todos los abortos que se perpetran entre su ciudadanía. ¡Ánimo señora presidenta, demuéstreme que mis sospechas son falsas sobre lo que va a ocurrir el día 20, prohíba ese asesinato, que Fátima sea trasladada a un centro de acogida y que pueda criar a su hijo! Y le aseguro que rectificaré todo lo dicho. Y lo haré con mucho gusto.
Mientras tanto, el tiempo corre, Fátima espera, su hijo también, y la buena gente del mundo está de vacaciones. La Dator no, claro, pero es que yo hablaba de buena gente.
Eulogio López