• El financiero exigía un descuento excesivo en el derecho de suscripción preferente y consecuentemente, una acción más barata.
  • Por eso, la empresaria se ha vuelto hacia Carlos Slim, socio de Isidro Fainé. La terna final de candidatos eran Soros, Guggenheim y Slim.
  • El que mejor condiciones ponía era el inversor mexicano, pero la lentitud en la negociación inclinó la balanza hacia Soros.
  • Tras la ruptura con Soros, el mexicano vuelve al proscenio: era el inversor preferido por la propietaria de FCC.
  • Pero el valor ha vuelto a caer en bolsa.

Esther Koplowitz (en la imagen), principal accionista de FCC, ha comenzado a negociar en exclusiva con el magnate mexicano, Carlos Slim, para que entre en el grupo de construcción y servicios. La opción Slim, que siempre ha estado en la cabeza de la empresaria, llega tras romper las negociaciones con George Soros. La codicia del financiero norteamericano -pedía demasiado- ha impedido que la cosa llegara a buen puerto.

Ha cambiado, por tanto, el nombre del posible inversor, pero no la intención de la empresaria: FCC quiere la entrada de un inversor a través de la ampliación de 1.000 millones de euros, que aprobó la junta extraordinaria de accionistas del jueves pasado. Esa ampliación solucionaría en buena parte el problema de endeudamiento de la matriz, como exigen los bancos, y también de B-1998, la sociedad instrumental con la que Koplowitz controla FCC.

Esther Koplowitz ha decidido romper con el financiero estadounidense por una razón muy sencilla: pedía demasiado. Soros exigía un descuento excesivo en los derechos de suscripción preferente de la ampliación, lo que hubiera supuesto también un precio de salida mucho más barato. Inadmisible. Y a eso se añade que a Soros no le preocupaba tanto FCC como aprovechar su participación del 25% para maniobrar a su antojo con las filiales, como ya había acordado en Realia. Inadmisible también.

Esther Koplowitz ha retomado la negociación con Carlos Slim para vender los derechos de suscripción que le corresponden en la ampliación de capital, por su participación del 50,1% en FCC, que controla a través de B-1998. En principio, los términos del canje se mantienen: la empresaria reduciría así su participación en FCC del 50% al 25%, pero seguiría controlado la compañía con un 25%... y el apoyo financiero de Slim como socio de referencia. Si todo sale bien, el empresario mexicano tendría en torno al 25% si suscribe la mitad de la ampliación (lo que supondría una inyección de unos 700 millones de euros). Y digo en torno al 25% porque no está claro qué va a pasar con el 4% de Soros en FCC o la entrada en paralelo de otros accionistas, como el fondo familiar Guggenheim, que tampoco está descartada.

La opción de Carlos Slim, socio de Isidro Fainé, ya estaba en la cabeza del Koplowitz. Formaba parte de la terna de tres para salvar FCC: Slim, el fondo americano Guggenheim y el financiero Soros. Es más, el magnate mexicano es el inversor que mejores condiciones ponía, pero nunca se llegaron a concretar. Demasiada lentitud en el proceso. Y en el entretanto, apareció Soros.

Las negociaciones con Slim son una buena noticia, pero no se han traducido en bolsa. La acción era penalizada con una caída del 3,8%, por la ruptura con Soros, que ha comunicado a la CNMV, algo que el mercado consideraba hecho.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com