El grupo constructor francés Veolia perdió 68 millones de euros durante el primer semestre del año, justo cuando su competidor, Suez Environnement, obtenía unos buenos resultados. De hecho, el grupo anunciaba el jueves su salida de nada menos que 67 países, especialmente Asia y África, incluido Marruecos, uno de sus tradicionales teatros de operaciones. Pero no se equivoquen: Veolia ha confirmado y ampliado su plan conjunto de actuación con la española FCC en Hispanoamérica, a través de Proactiva, su franquicia hispana especializada en tratamientos de residuos y de agua, a su vez, la especialidad del grupo español.
Visto desde el lado español, el asunto tiene su lógica. El grupo de Esther Koplowitz no ha obtenido aún los réditos esperados de sus inversiones en diversificación y además, el sector cementero –Portland- atraviesa un pésimo momento (la compra de Uniland se ve ahora como un craso error por el alto precio pagado, en vísperas de la crisis). Sin embargo, los negocios tradicionales, tratamiento de residuos urbanos y tratamiento de agua, están soportando la cuenta de resultados y no es, ni mucho menos, un sector agotado. Ahora se trata de exportar la experiencia en ambos a Hispanoamérica, el continente que ahora mismo más demanda este tipo de inversiones.
Y todo esto tiene su parte curiosa porque ya no existe elación accionarial entre las matrices de ambos grupos –Veolia y FCC- pero sí personal: Esther Koplowitz es consejera de Veolia mientras Henry Proglio lo es de FCC, a pesar de que Proglio ya ha abandonado Veolia y ocupa la Presidencia de la eléctrica EDF.
En cualquier caso, el giro de FCC demuestra que la diversificación está muy bien y suena mejor pero, en tiempos de crisis, uno tiene que hacer lo que mejor sabe hacer.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com