Alguien se debe haber vuelto loco en la COPE. Lo cierto es que el pasado miércoles 21 era cesado el director del programa nocturno de la cadena (La Linterna), José Apezarena. Se le retiraba del primer plano de la actualidad para convertirle en "Director de Antena", un poderosísimo oropel… vacío de contenido. Para nuestros amigos hispanos, hay que recordarles que la COPE es la emisora de los obispos, la obra corporativa de la Iglesia. No sé por qué, pero creo que la advertencia era necesaria. Y la primera condición de un medio informativo católico (en este caso confesional) es evangelizar. Para lo cual, conviene contar con periodistas católicos, más que nada porque nadie da lo que no tiene.

 

Pues bien, lo cierto es que Apezarena es un periodista católico que va a ser sustituido (al menos esa es la noticia última) por el historiador César Vidal, un converso al protestantismo que, en cualquier caso, no suspira por la evangelización a través de la ondas. Por ejemplo, la última acción evangelizadora de Vidal fue su defensa de la manipulación de embriones sobrantes de la Fecundación ‘in vitro'. Muchachos: esto promete.

 

Este es el problema del periodismo católico, que suele ser más católico que periodismo. Sin embargo, en la COPE, precisamente en el único medio corporativamente católico, están a punto de conseguir la cuadratura del círculo: ni periodismo, ni católico.

 

Podría decirse que se han barajado varios nombres para sustituir a Apezarena, pero la verdad es que todos ellos han sido propuestos por Federico Jiménez Losantos (FJL) un personaje que ha conseguido chulear a los curas con profundas dosis de eficiencia. Federico, al igual que don César, representan la resurrección misma de la Falange, de aquella falange de Rafael García Serrano y su "Fiel infantería", cuando el protagonista, Mario, con el que se identifica el propio autor, explica lo más profundo de su ideario en el siguiente eslogan: "Lo primero España, y sobre España, ni Dios".

 

Lo cual, sin duda, estaría bien visto en cualquier formación o medio informativo fascistoide, pero no en la Iglesia, a la que toda la progresía saca los colores con las injurias, diatribas e insultos diarios de Federico, que no parecen muy cristianos… y no lo son. El último invento de don Fede, ‘el Napoleón de la COPE', es tildar a Mariano Rajoy, líder del Partido Popular, de "Maricomplejilla". La verdad es que Rajoy no es un acomplejado, eso era Aznar; Rajoy es un tecnócrata que podría liderar cualquier partido político de cualquier espectro ideológico, siempre que no se le exigiera coherencia con postulado alguno. No, la mala uva del fascistón Federico viene por el prefijo "mary". Sabe que en la City se habla periódicamente de la muy pluralista inclinación sexual (hasta donde yo sé, encima, no es más que una calumnia) de don Mariano. Es igual, lo fuera o no, el estilo FJL, el mismo estilo de su pupilo César Vidal, consiste en tirar la piedra y esconder la mano: consiste en el término compuesto mari-complejilla, para presumir de que él sólo habla de complejos ideológicos, cuando realmente está hablando para "los enteraos" de otra cosa bien distinta que pertenece a la vida privada del jefe de la oposición. El personaje es de esta catadura.

 

Losantos siempre se ha confesado un agnóstico, pero no ha dudado en utilizar el único medio informativo capaz de aguantarle a él y a su mariachi. No dudó en medrar pegado a Antonio Herrero, Luis Herrero, José María García, y no duda ahora en librarse de todo lo que huela a cristiano y no forma parte de su tribu de neoconservadores fascistoides. Se llaman liberales, pero lo que realmente son es capitalistas. Vidal, por ejemplo, es un predicador protestante ultraliberal, que adora a Wall Street y odia, qué curioso, a los movimientos católicos más pujantes y más próximos a la doctrina social de la Iglesia.

 

Los ahora llamados neoconservadores (neocon) no son más que los viejos fascistas que dejaron de creer en Dios, y ya no se sabe si creen en la patria hispana (¿de verdad puede concebirse España sin la fe cristiana?), en la guerra (contra la condena explícita de Juan Pablo II, Federico Jiménez Losantos utilizó la COPE para defender la Guerra de Iraq) o en el odio al contrario, sean nacionalistas, socialistas o todos aquellos que no les guste.

 

En definitiva, el fascistón de FJL está chuleando a los obispos, propietarios de la cadena, orillando a todos los periodistas cristianos de la COPE y creando un germen de algo muy similar a una mafia: la que componen sus colaboradores y tertulianos, los mismos que hundieron el semanario Época. Es especialista don Federico en chulear a los editores. Eso no me preocupa. Lo que me preocupa es que chulee a la Iglesia y convierta a ésta en blanco de críticas (algunas certeras) por lo que el niño suelta a través de las ondas. Para FJL y para César Vidal, la COPE no es más que una plataforma ajena utilizada como si fuera propia, desde la que tender lazos en provecho propio a otros muchos medios. El detalle de convertir a Pedro J. Ramírez en tertuliano estrella del programa estrella de la COPE, a cambio de que FJL sea articulista de El Mundo, es de libro. Y un gran pacto: se consigue que El Mundo masacre a la Iglesia y que, a cambio, Federico se modere en la COPE, e incluso llame al orden a sus tertulianos para que no hagan bromitas blasfemas (¡qué agradecidos te estamos Federico!). Como ven, la Iglesia sale muy favorecida. Por cierto, no sé si saben, pero ETA fue quien mató a 192 madrileños el 11-M: lo ha dicho Federico, que informar poco, pero opinar, un montón.  

 

Esperemos que alguien en la Conferencia Episcopal le pare los pies a FJL y dé marcha atrás en el nombramiento de César Vidal, otro personaje que siembra bondad y entusiasmo a su paso. Y, ya de paso, podían nombrar a FJL subdirector de antena, que es un cargo desde el que podrá desarrollar todo su talento… a las órdenes de Apezarena. O así, que dijo un vasco (tranqui FJL, un vasco no nacionalista).

 

Porque al final, la Iglesia tiene que tener medios informativos para evangelizar en directo, es decir con instantaneidad periodística. Medios que hablen de lo que ha sucedido durante las últimas 24 horas y de lo que está sucediendo, de todo, sólo que desde una perspectiva cristiana. Y eso no puede hacerlo ni FJL ni César Vidal porque, como creo haber dicho antes, nadie da lo que no tiene.

 

¿Y si no funcionase? Pues si no funcionase, si no  fuera rentable, habrá que evangelizar por otras vías. Lo que no puede hacerse es luchar por la rentabilidad y no por la evangelización. Eso es cosa de Coca-Cola, no de la Iglesia.

 

Eulogio López