Sr. Director:

Quería sólo expresarle mi grata sorpresa y satisfacción por el artículo acerca de la violencia doméstica publicado días atrás en su página de Internet.

 

Estoy totalmente de acuerdo en todos los pensamientos y términos utilizados. El feminismo lejos de la igualdad, hace ya tiempo que se ha convertido en puro fascismo. Es imposible distinguir a un racista de una feminista (unos con la raza y otras con el género). Bueno, en realidad sí que hay una diferencia, y es que si bien existen grupos neonazis, estos son marginales y prácticamente están "fuera de la sociedad", mientras que el feminazismo está de lleno en el poder.

 

El Apartheid en el cuál ya estamos inmersos, tiene muchas caras: Existen cursos de formación sólo para mujeres. ¡Es gravísimo, hasta la educación nos están negando! Imagínese que una mujer va a un curso y le dicen: "No, tú no puedes entrar en clase porque eres mujer". Al día siguiente, se arma la de Dios es Cristo, es portada de todos los telediarios y los ministros tienen que dimitir en cadena. Sin embargo, como a quien se lo hacen es a los hombres, no pasa nada. Debemos de ser una especie de subhumanos sin ningún derecho.

 

Existen certámenes literarios, artísticos, concursos, todo sólo para mujeres. Claro, el arte de los hombres no puede valer nada para las fascistas de género. También han instaurado subvenciones a empresas si la empresaria es mujer. Los hombres, sus empresas, esfuerzos, iniciativas e ideas no merecen nada.

 

Se encuentra en todos los centros de poder, desde el Parlamento Europeo hasta el último Ayuntamiento. Están haciendo las leyes que nos rigen a tod@s desde el Gobierno central, controlando todos los medios de comunicación, por ejemplo Televisión Española tiene un acuerdo con el Instituto de la Mujer (¿dónde está el del Hombre?), para que todas las noticias sean dadas de forma que los hombres sean culpables y las mujeres víctimas. Creando instituciones a su medida, léase Observatorios de la Violencia Doméstica, donde lo primero que hacen es mirar el sexo de la víctima para censurar la existencia de las masculinas.

 

Me comentaba un amigo policía que ni ellos saben qué hacer con los hombres maltratados porque todas las ayudas y centros son exclusivos para ellas. También lo son las campañas con que nos bombardean una y otra vez. ¿Para cuándo una campaña que diga a los hombres: "A la primera bofetada denuncia, son malos tratos"?

 

Aunque en esto también tiene razón, hasta que no se cambie la obsoleta, injusta y aberrante ley del divorcio que padecemos en España, la población masculina estará siempre a merced de lo que ellas quieran o decidan.

 

Si cada vez que por la tele sale la palabra "mujer", la sustituyéramos por "raza aria", nos horrorizaríamos de lo que se está haciendo en nombre de una supuesta "progresía", y nos daríamos cuenta que la gran ideología totalitaria a batir en el siglo XXI va a ser el feminazismo.

 

Encantado de encontrar un lugar tan libre como el suyo, donde se dan cuenta de todo esto y, además, lo cuentan.

 

Gonzalo Fanlo

 

yonoes@eresmas.net