El martes 21, BBVA celebra un trascendental Consejo de Administración. César Alierta dice no a la oferta de FG para ampliar su presencia en la entidad bancaria. El HSBC y el Deutsche están interesados en hacerse con el BBVA pero ni el Gobierno ni el Banco de España aceptarían esta opción. José Antonio Alepuz frente a José María Roldán: dos criterios distintos en el supervisor. Fernández de la Vega no recibe a FG.
El presidente del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), Francisco González, busca desesperadamente un caballero blanco que le permita hacer frente al ataque de Sacyr Vallehermoso (SyV). Tiene la ilusión de presentarlo en sociedad en el Consejo que la entidad celebra el martes 21. En pocas palabras, se busca un inversor que aporte 2.150 millones de euros. Es decir, una participación de un 5% del BBVA a los actuales precios de mercado, o por los menos que aporte los 1.550 millones que costaría un 3,6% del banco, lo mismo que se ha comprometido a invertir Sacyr Vallehermoso y para lo que ya dispone de las correspondientes opciones de compra.
Por el momento, se desconoce la respuesta de Zara-Inditex, la primera puerta a la que ha llamado FG. Y, también por el momento, no hay respuesta oficial pero todo indica que será negativa. Como negativa ha sido la respuesta de César Alierta, otro de los consultados por el BBVA. Alierta considera que poseer un 1% del capital del banco es más que suficiente y no quiere problemas extras con el Gobierno Zapatero, que, como todo el mundo sabe, alienta la operación Sacyr. El presidente del BBVA tiene un problema: ha echado de su Consejo a demasiadas fortunas españolas que ahora le vendrían de perlas como apoyo frente al ataque de SyV. FG expulsó del banco a Alfonso Cortina, a los Entrecanales, a Alicia Koplowitz y otros vips. La verdad es que no cuenta con muchos amigos entre los adinerados. Con la excepción, claro está, del señor Botín, pero todos sabemos lo que supondría una alianza de ese tipo.
Naturalmente, quien estaría no sólo dispuesto a ayudar a FG sino verdaderamente entusiasmado con la idea serían los bancos extranjeros. Especialmente, Hong Kong and Shangay Banking Corporation, el famoso HSBC. Sería la venganza de la prepotente banca británica tras la adquisición del Abbey por parte del Santander. El HSBC tiene toda la liquidez del mundo y, además, es un banco muy complementario con el BBVA en el continente americano y aportaría su fortísima presencia en Asia. Sólo hay un problema: naturalmente, el HSBC se comería a BBVA y, de paso, sería una pieza clave de empresas estratégicas españolas. Porque ese es el problema: comprar el BBVA es poner una pata muy importante en empresas como Repsol, Telefónica o Iberdrola. Y ni tan siquiera un Rodríguez Zapatero, campeón del europeísmo, sería tan insensato como para permitir un desafuero de ese calibre. Con el Deutsche ocurre algo parecido. El gran banco alemán sólo admite la absorción, no matrimonios financieros en plano de igualdad.