Ya hemos publicado en estas páginas que la batalla entre Sacyr y BBVA está teniendo un efecto colateral de lo más negativo: el banco que preside Francisco González está pagando mucho dinero para ahogar la libertad de expresión hasta en sus aspectos más básicos. FG ha hecho valer el dinero que gasta en publicidad en los más diversos medios para que estos se lanzaran contra la constructora.
Pero es que el asunto no se ha quedado ahí, sino que ha llegado hasta determinadas asociaciones, que presuntamente defienden al consumidor, al cliente, y que realmente a quien están defendiendo es a los presidentes, en este caso, al del BBVA. En una de esas asociaciones, cuya publicación financia con generosidad el BBVA, se ha prohibido cualquier comentario crítico hacia el banco. Eso sí, a cambio, se permite cualquier andanada contra Sacyr.