La capitalización del BBVA no deja de subir. Fondos internacionales -¿quién está detrás?- continúan apostando por el banco presidido por Francisco González (FG).
Esta es la razón por la que Emilio Botín ha paralizado su ataque contra el BBVA, que ahora está carísimo. De esta forma, FG consigue un doble objetivo : defenderse de un posible ataque y, al mismo tiempo, tener felices a sus directivos. Felices y fidelísimos, porque a partir del 31 de diciembre próximo se van a forrar con la revalorización de la acción durante el presente año. El valor comenzó el ejercicio por debajo de los 15 euros y durante la mañana del miércoles amenazaba con alcanzar los 19 euros por acción.
Pero, eso sí, en el banco sigue habiendo moral de derrota: capacidad defensiva hay, pero proyectos de futuro, ninguno.