Elevar la cotización para evitar una OPA: esta es la clave. China y Estados Unidos no bastan: Brasil y Europa del Este, así como el sureste asiático, también interesan. Si es preciso, volverá a ampliar capital. El objetivo es que el mercado deje de considerar al BBVA un banco opable. Duelo FG-Fernández de Kirchner: ganó Cristina. El presidente del BBVA tenía razón, pero su actitud despectiva le atrajo la antipatía general
El presidente del BBVA, Francisco González, ha dado una orden concisa a sus ojeadores: tras el Compass estadounidenses y el Citic chino hay que seguir comprando entidades, a cualquier precio. Se trata de llevar al extremo la táctica del presidente de Iberdrola, Ignacio S. Galán, para defenderse de Florentino Pérez: comprar empresas, reducir la liquidez –ni un euro en caja-, aumentar el endeudamiento, en definitiva, engordar la capitalización y hacer imposible, o al menos carísima, una OPA. Y ojo, porque tras la compra de una participación en el Citic chino y, sobre todo, la adquisición del Compass norteamericano, la cotización no ha repuntado como se pretendía. De hecho, sólo ha conseguido un movimiento alcista con la entrada de Manuel Jove en el accionariado.
Aún así, cuando la capitalización sube, la única forma de abordar una empresa es mediante los fondos del capital riesgo, dispuesto a comprar y trocear. De ahí la famosa paella del analista de Deutsche Bank, según el cual el BBVA vale más por trozos que entero, pero el dinero siempre es el dinero, y ahora mismo BBVA vale 63.000 millones de euros, una cantidad muy respetable.
La obsesión de FG es la de quitarse el sambenito de banco opable, porque si bien es verdad que la entidad continua batiendo marcas de rentabilidad, sin embargo ni el mercado se las cree ni le sigue considerando inaccesible, como ocurre al Santander. Además, la leyenda negra de FG en la City es precisamente esa: no sabe hacer banca, porque el grupo lo lleva Goiri, y no sabe comprar. Ambas tienen mucho de cierto: en Citic no pintará nada y en Compass también ha comprado carísimo. Es igual, se trata de crecer.
FG está copiando la estrategia de Galán, pero ojo, porque Galán se ha hecho con Scottish con papeles y sin reducir su beneficio por acción, la pieza clave de estos juegos de casino. Y ya saben, quedan Brasil, Rusia, Europa del Este y el Sudeste asiático. ¡Comprad, comprad, malditos! Toda una estructura bancaria trabajando para que un presidente conserve su cargo.
Pero el miércoles fue un día muy intenso para FG en otro sentido, en el de su imagen pública. Su segundo, Goirigolzarri presentaba los resultados del primer semestre, pero él estaba en la CEOE… riñendo con Cristina Fernández de Kirchner.
En Hispanidad hemos criticado la actitud frívola de la candidata a la Presidencia de la Argentina, Cristina Fernández, a la sazón esposa del actual presidente, Néstor Kirchner, matrimonio empeñado, al parecer, en establecer una dinastía al modo de los Kennedy. Ante los empresarios españoles –su viaje era de contenido preferentemente económico- la imagen de la presidenciable fue la de una persona frívola que con dos frases ingeniosas quería hacer dar gato por liebre. En definitiva, una imagen de político-a populista, estaba de moda en Iberoamérica. Como decíamos ayer… la imagen de la presidenciable argentina ha sido la de una mujer frívola que pretendía hacernos comulgar con ruedas de molino, una demagoga de la escuela Hugo Chávez, cuya tendencia totalitaria ya se deja ver.
Sin embargo, en su comparecencia en la sede de la patronal, Fernández de Kirchner obtuvo una victoria sobre el presidente del BBVA, Francisco González, más que nada porque este no se atuvo a lo políticamente correcto y quedó marcado por impertinente y -¡horror de los horrores!- machismo.
El diálogo revela mejor que ninguna otra cosa el carácter de ambos personajes. Autoritario FG, un hombre que no gusta de las buenas formas y que maneja de continuo un concepto que para él es el sustrato mismo de la vida: "domesticador de hombres". Podríamos decir que FG es un pelín jansenista, convencido de que los seres humanos están llenos de bajos instintos y que se prestan a cualquier cosa a cambio de dinero, esto es, que son "domesticables". Y entre las "cualquier cosa", también se incluye la adecuación de sus pensamientos a la estrategia de la empresa para la que trabaja. Enfrente, tenía a una populista con muchas horas de vuelo en política: es decir, a alguien para quien la imagen vale más que la realidad, la forma más que el fondo y que considera, en pocas palabras, que "todo es poco más que algo menos", ergo, todo es posible. El diálogo FG-Kirchner comenzó cuando varios empresarios presentes se habían dirigido a Cristina Fernández como senadora, e incluso algún pelota como "presidenta", y podría resumirse así, según narración de uno de los presentes:
F.G.: Por ahora es usted candidata y esposa de presidente. ¿Tiene usted ideas propias?
C.F.: En Argentina, las mujeres tenemos ideas propias. Creo que esas ideas, mi proyecto, ha quedado muy claro tras una hora de discurso…
F.G.: Hasta ahora el Gobierno argentino no ha solucionado el problema de la inseguridad jurídica, mientras otros países de la zona, como México, Brasil, Colombia o Chile, han avanzado mucho en la materia.
C.F.: Esos países que usted cita también han atravesado muchos problemas económicos. Encuentro lógico que usted quiera que su Banco Francés (filial del BBVA en la Argentina) gane más dinero aún del que ya ha ganado, pero debe comprender que no me puedo ocupar de que los bancos ganen más dinero, sino de que también lo ganen los ciudadanos.
F.G.: Lo que digo no sólo lo digo yo, sino economistas argentinos.
C.F.: Muchos economistas argentinos deberían ir al psicólogo, porque durante los primeros años 90 consideraban a Argentina como el modelo a seguir y en el 2000 sufrimos una crisis pavorosa.
El rifirrafe con FG, no lo duden, fue el momento donde la frívola Cristina Fernández se comportó de forma más entera, más convincente, de todo su periplo español. Pero es cierto, el populismo de su esposo no ha hecho otra cosa que reducir tanto las libertades en la Argentina como la seguridad jurídica de las inversiones en el país. Con Kirchner, nadie se fía de la Administración argentina, empezando por sus ciudadanos.
Así que ya lo saben: comprar cualquier banco a cualquier precio… menos en la Argentina, donde ya están bien cubiertos y donde no son apreciados (las encuestas auguran la victoria de Cristina Fernández): ¿Quién lo iba a imaginar de FG, a quien en su juventud gallega conocían como "Paco el Argentino", por su afición a tocar la guitarra bajo el balcón de las más bellas doncellas de La Coruña y Santiago, enmarcado en un fular porteño de vivos colores?