El PNV exige a los socialistas que cumplan su pacto : el BBVA es suyo. FG busca desesperadamente aliados los conocidos como caballeros blancos- que le apoyen frente a Sacyr. También baraja la opción de hacerse con el holandés ABN-AMRO. En el PNV no aceptan a Sacyr como depositario final de la soberanía sobre el SCH. División en el Partido Popular: Rajoy considera que la presencia de Abelló es una garantía de españolidad.

Sería todo un golpe de mano, y una bofetada, tanto para el Partido Nacionalista Vasco (PNV) como para el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Francisco González, presidente del BBVA, quiere dar un golpe de mano : ¿No dice el vicepresidente Solbes que quiere asegurar la españolidad del BBVA? Pues nada mejor que trasladar la sede social a Madrid. Es sabido que FG ha trasladado todas las filiales y todas las comisiones directivas a Madrid, verdadera sede operativa del segundo banco español. El traslado tampoco tendría un efecto fiscal importante. No, lo que verdaderamente importa es un intangible: el hecho mismo de que la sede esté en Madrid o en Bilbao es vital para los nacionalistas.

En plena batalla por el Plan Ibarretxe, al PSOE no le hace gracia la sutil interpretación de las palabras pronunciadas por Pedro Solbes, el pasado lunes 10. Aunque la habitual tendencia de la vicepresidenta primera, Teresa Fernández de la Vega, a negar la evidencia y se empeñe en decir que el Gobierno no tiene nada que ver, lo cierto es que nadie duda sobre el significado de las palabras de Solbes: un apoyo a la opción de Sacyr, dando a entender que el BBVA no tiene núcleo duro y puede ser pretendido por un banco extranjero. Pero españolidad no es trasladar una sede de Bilbao a Madrid, eso es una provocación en el actual momento político. O, como alguien ha dicho, esa es la última bala de FG. Ya se sabe que hay tres cosas que no tienen marcha atrás: la palabra dada, la flecha lanzada y la oportunidad perdida. Si FG asume la idea que le ha facilitado un asesor de comunicación (puede decirse que el banco ha contratado a todos los relaciones públicas del país), habrá ofendido de forma definitiva, sin vuelta atrás, a PSOE y PNV. Será la huída hacia adelante que algunos preconizan y que otros advierten.

Mientras, el Partido Nacionalista Vasco exige al Gobierno Zapatero que cumpla su pacto de devolverles el banco que el Partido Popular, con Rodrigo Rato a la cabeza, les quitó. En la City se comenta que Sacyr no es más que un peón de la baraja, que detrás está el pacto PNV-PSOE y que de este pacto saldrá el futuro presidente de BBVA. Esa es la razón de que estén dispuestos a aceptar una Presidencia interina de FG, por dos años, antes de ceder los trastos, vía Sacyr, a quien el PNV diga. Eso sí, Juan Abelló y Luis del Rivero no están de acuerdo más que en el periodo transitorio.

Mientras tanto, FG utiliza todas sus armas. El BBVA se ha embarcado a los mayores compromisos publicitarios para tener contentos a los principales medios informativos, sector donde claramente está ganando la batalla a Sacyr. A estas horas, Luis del Rivero no es más que un especulador inexperto, mientras que FG es el autor del banco más rentable de España. En estos momentos, muchos periodistas económicos están sufriendo en sus carnes las presiones que imponen sus editores, siempre complacientes con un BBVA que está dispuesto a gastarse en publicidad, declarada o encubierta, todo el dinero que haga falta.

También han conseguido el apoyo de los sindicatos CCOO y UGT, que, con gran entusiasmo, acaban de tildar como especulativa la operación de Sacyr, algo realmente difícil de comprender sin el apoyo de la Dirección a las demandas sindicales.

Ahora bien, el problema sigue siendo el mismo. Sacyr posee opciones por valor de un cuarto de billón de las antiguas pesetas, unos 1.500 millones de euros. No todo el mundo tiene esa cantidad. FG se ha movido entre los fondos. Los fondos, especialmente alemanas y franceses, poseen cerca de un 11% de BBVA (entre más de 20 fondos), pero los gestores de instituciones de inversiones colectiva exigen dos cosas: rentabilidad y buenas relaciones con el Gobierno, cuando ahora es el Gobierno socialista el más empeñado en acabar con el reinado de FG.

Asimismo, la obsesión flamenca, que nunca ha abandonado a FG, pasa ahora a primer plano. De los dos grandes bancos holandeses, ING es un bocado demasiado grande, pero el ABN-AMRO no. FG está empeñado en hacerse con el banco holandés, que sigue siendo mitad banco mitad compañía aseguradora.   

En el BBVA dicen que el tiempo no corre a favor de Sacyr, sino suyo. Tiempo para encontrar caballeros blancos y tiempo para desgastar el pacto político entre PNV y PSOE. A lo mejor, es un análisis demasiado optimista, pero lo cierto es que el pacto PNV-PSOE existe y que Rodríguez Zapatero cedería con gusto el banco al PNV, si a cambio puede pasar a la historia como el pacificador de los partidos autonómicos radiales.

El panorama final es este: FG se ha convertido en un personaje dispuesto a cualquier cosa, también a comprometer el futuro de la entidad, a cambio de permanecer en el cargo, pues no tiene nada que perder. Pero lo que está claro es que, venza Sacyr o FG, venza el Gobierno socialista, el PNV o el Banco de España, el sistema financiero español ha quedado dañado. No por la pelea, que eso es lo habitual, sino porque no existe ningún agente en todos los mercados occidentales que no esté hoy convencido de que en España el Gobierno se entromete en la vida diaria de los bancos. No sólo el Gobierno, sino también los partidos que no figuran en el Ejecutivo, como el PNV o el Partido Popular.