No me interesa el poder, ni contemplo asumirlo en momento alguno. Son las palabras pronunciadas por Fidel Castro el 1 de enero de 1959, fecha en la que se inicia la llamada Revolución cubana. Cosas veredes y cosas escucharás. Resulta que quien no pensaba asumir el poder se ha apalancado durante medio siglo. Al fin y al cabo, nadie hace la Revolución para no ocupar el poder. Y nadie hace la Revolución pensando en jubilarse pasado mañana.
También señaló entonces que habrá libertad para los que hablen a favor nuestro y también para los que hablen en contra. Que se lo digan a los centenares de presos de conciencia que se encuentran actualmente privados de libertad en las cárceles de la isla por mostrar divergencia con el régimen comunista.
Lo de comunista también tiene su aquel. El 18 de abril de 1959, Fidel Castro acudía a la Sociedad Norteamericana de Editores de Periódicos de Washington DC para señalarles que no era comunista y que el comunismo no tenia fuerza para ser un factor determinante en su país. ¿Quizás por eso estableció un alianza estratégica con la extinta Unión Soviética ¿Quizás por eso mantiene hoy fuertes lazos de hermandad con los regímenes populistas de corte comunista de Venezuela y Bolivia?
Políticamente Cuba pasó de una dictadura de 7 años a otra de cinco décadas, concluye el presidente de la Asociación Iberoamericana por la Libertad, Antonio Guedes. Ya se sabe: partido único, sindicatos verticales, medios de comunicación estatales y Comité de Defensa de la Revolución en cada cuadra.
Pero hay más. Castro prometió en 1962 que en 10 años Cuba tendría un nivel de vida superior al de los Estados Unidos. La realidad es que en 1959 la economía cubana se podía comparar a la americana. Hoy, 50 años más tarde, se encuentra compitiendo por los máximos niveles de miseria junto a Haiti. Antes del régimen actual Cuba era el tercer país en renta per cápita de América Latina, lo que representaba casi el doble de la de España y era similar a la de Japón. En el año 2008 pasó a ocupar el puesto n° 21 de toda América Latina, con una renta equivalente a la quinta parte de la española. En los años previos a la Revolución, Cuba ocupaba el puesto n° 22 en el Índice de Desarrollo Humano, frente al puesto n° 51 del año 2008, señala Guedes.
Más. Castro despotricaba el 4 de enero de 1959 en Camaguey contra los que salían del país para buscar mejores oportunidades. No salen los que quieren, sino los que pueden; y esto es una muestra de que no tenemos la patria. Pues bien, la patria se ha quedado pequeña. Hay 2 millones de cubanos en Miami huyendo de la dictadura y de la miseria.
Además, Castro presumía entonces de que la revolución cubana sería la primera en no producir un solo general. La realidad es que no sólo se produjeron generales, sino que el ejército cubano se convirtió en el 9º del mundo y participó en las guerras de Angola, Etiopía y Yemen, recuerda Guedes.
Seguimos. Castro prometió el 20 de octubre de 1961 en Guantánamo acabar con la prostitución. Hoy Cuba es uno de los paraísos internacionales de la prostitución, incluida la infantil.
Por último, Fidel Castro presumía el 5 de abril de 2001 en el palacio de Convenciones de la Habana de que en Cuba no han existido nunca ni un solo asesinato político ni un solo torturado. La realidad es que en los seis años previos al triunfo de la Revolución fueron depurados 2.771 personas por razones políticas. Y en estos 50 años de castrismo -según los registros más conservadores, apunta Guedes- los fusilados y desaparecidos por razones políticas ascienden a 8.291. Por supuesto sin contar los fallecidos en las guerras en las que Cuba ha participado.
La realidad, frente al discurso.