Sr. Director:
Después de ver parte del bodrio con que TV1 emitió la noche del domingo 30/8, "Cosas que hacen que la vida valga la  pena", me he convencido que, pese a la cascada de propaganda, la 1ª sigue anclada en el sectarismo de izquierdas, contra todos los valores familiares y religiosos.

Cualquier católico aficionado al cine habrá comprobado lo acertado de la medida emanada del Arzobispado de Madrid y  del cardenal Rouco. Ha prohibido en toda la archidiócesis la filmación de películas comerciales en los templos y recintos sagrados, sin una autorización escrita y expresa suya.

Precisamente, en esta cinta se presenta una 1ª Comunión, con todos los ingredientes de mofa, irrisión y sacrilegio, convirtiendo el acto religioso en una caricatura abyecta. El caso es que todo ha sido filmado en una iglesia real y auténtica.

Sin duda, que los responsables de tal felonía ocultaron al párroco y sacerdotes, la turbia intención que les guiaba y que ha servido para escandalizar a miles de espectadores, y reírse de lo más sagrado para los creyentes, la Eucaristía.

Una vez más, en este como en otros casos, se olvidaron por quienes menos deberían, las certeras palabras de Jesús: "Los hijos de las  tinieblas son más astutos en sus negocios, que los hijos de la luz", o aquella otras: "Sed sencillos como palomas y prudentes como serpientes".

Miguel Rivilla  San Martín

miriv@arrakis.es