El pre-acuerdo entre el vicepresidente autonómico, Manuel Chaves, y el presidente de la Generalitat, José Montilla, no es ni bueno ni malo: es inoportuno. Algo que recuerda la famosa frase de Jorge Luis Borges sobre los peronistas: No son ni buenos ni malos: son incorregibles.

Sencillamente, no es el momento de renovar la financiación autonómica que, por su propia naturaleza, supone aumentar el gasto público, que no la inversión pública. Sencillamente, con la que está cayendo, lo prudente es paralizar la financiación autonómica. Es verdad que así Chaves se queda sin trabajo, pero quizás no sea lo más importante que nos estamos jugando.   

Pero el asunto está claro. Montilla le ha lanzado un órdago a ZP: sin financiación los socialistas catalanes se volverán contra la matriz PSOE y forzarán elecciones anticipadas. ZP cede con tal de mantenerse en el sillón de Moncloa, y la financiación autonómica se encarece en plena crisis.

Y mientras, el Tribunal Constitucional continúa sin fallar sobre el Estatut catalán.

Eulogio López

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