El Gobierno de los socialistas está tramitando la aprobación de una ley que cambiará la actual regulación del aborto, que lo despenaliza en algunos supuestos, por otra que ya dice que el aborto no es delito sino un derecho de la mujer y simplemente lo limita en función del tiempo de embarazo.
Es decir, ya se podrá asesinar niños antes de nacer. El asesinato es un crimen, pero a partir de ahora será legal.
El último trámite de esta ley que permite el asesinato es la firma del rey; el rey sanciona con su firma la ley y ya se puede aplicar. Hay quien piensa que no debería firmar porque es un rey católico, porque debe representar y defender la vida de todos los españoles, porque repugnará a su conciencia personal legalizar un crimen, porque va contra la constitucional defensa de la vida humana, etc.
Pero por otra parte el rey seguramente cree que la Constitución le obliga a firmar, que lo suyo es un mero trámite de funcionario que pone un sello; parece que con el visto bueno de las Cortes ya valdría (con lo cual nos podríamos preguntar para qué sirve la monarquía, porque no creemos que el papel del rey y su familia sea sólo descansar en Mallorca o en los Pirineos después del agotador trabajo de cazar, viajar, comer o firmar alguna ley).
También hay que considerar que el rey es un admirador de Zapatero, así lo ha reconocido, y que le va muy bien con los socialistas en todos los sentidos, incluso el económico; además que es políticamente irresponsable y que debe firmar lo que le echen sin meterse en política.
Por tanto la pregunta inicial es puramente retórica, por supuesto que sí firmará. Entre otras cosas porque si no lo hace le pueden destronar y poner en su lugar a su hijo y no se sabe si sería peor el remedio que la enfermedad.
Santiago Gutiérrez Mendoza