Para estar a favor de la vida no es preciso ser creyente: basta con ser humano.

Sr. Director:

Pero también es cierto que la Iglesia católica se destaca en la defensa firme de todo ser humano, especialmente de los más indefensos. Pongamos algunos ejemplos:  atiende a los  pobres (Cáritas, Monjas de Teresa de Calcuta, etc.), los cautivos ( trinitarios), los huérfanos ( Hermanitas de la Caridad, etc.), la educación de los niños y de los jóvenes (Hermanos Maristas y de La Salle, etc.), los enfermos mentales ( Hermanos de San Juan de Dios, Hermanas Hospitalarias y las de San Vicente de Paúl), ancianitos desamparados (Hermanitas de los Pobres), enfermos de Sida (Hermanitas de la Caridad y otras asociaciones y congregaciones religiosas nacidas para esta misión), madres embarazadas con dificultades (Siervas de la Pasión, Cáritas, Adoratrices, Oblatas).

¿Hay en la Iglesia, alguna asociación que se preocupe de los niños en el seno materno? Sí, ha nacido, en España, la asociación Evangelium Vitae.  Como dijera el  genio y judío-alemán Einstein, puedo decir yo ahora: sólo la Iglesia  se mantiene firme en la defensa de la verdad intelectual y de la verdad moral. ¡Vaya mi admiración para Ella!

María Vitoria Camino

caminmor@gmail.com