- Al fondo, el intento fallido de vender la filial de ACS, tras dos años de fracaso.
- Y algo parecido está haciendo Dragados con la obra civil.
- En Madrid, Urbaser se ha llevado la recogida de basuras de la periferia y el servicio de limpieza urgente.
- Pero aún sorprenden más las ofertas, de hasta el 40% por debajo del precio de licitación, en ayuntamientos menores.
- Y la fórmula del reequilibrio económico de los contratos públicos está muy mal vista.
Florentino Pérez (en la imagen), presidente de ACS y del Real Madrid, está descolocando a todo el sector constructor con sus ofertas sobre recogidas de basura y limpieza en distintos ayuntamientos españoles. El mismo sector en que todo el mundo parece convencido de que si está planteando ofertas tan bajas como temerarias, de muy difícil rentabilización, es porque necesita engordar la cartera de Urbaser para venderla, un proyecto que lleva dos años marcado por el fracaso.
Ya hemos hablado del concurso de recogida de basuras del Ayuntamiento de Madrid. También se ha llevado el servicio de recogida urgente, pero lo que más sorprende al sector son las ofertas a la baja, en ocasiones de hasta un 40% sobre el precio de licitación, en ayuntamientos más pequeños.
Y lo malo es que Dragados, otra filial de ACS, sigue el mismo camino en licitaciones de obra civil. Y la única explicación posible es que Florentino quiere vender tanto Urbaser como Dragados. La primera está en venta desde hace dos años y no se ha conseguido colocar. La segunda no se ha puesto en venta oficialmente, pero de buena gana ACS la desgajaría, dado cómo evoluciona la obra civil en España. Esto es, que no evoluciona en modo alguno.
Además, lo cierto es que, en construcción, Florentino hace tiempo que se olvidó de España y fía todo su potencial de crecimiento en la alemana Hochtief. En plata: si alguien viene con una oferta sobre Dragados Florentino vende de inmediato. Si no coloca Urbaser cuanto antes, ACS puede encontrarse con el problema de la imposibilidad de rentabilizar los contratos firmados. Siempre se puede acoger a la fórmula del reequilibrio económico de los contratos públicos. Es decir, a solicitar más dinero por no llegar a la cobertura de costes una vez iniciado el servicio. Pero eso no está muy bien visto y rara vez los ayuntamientos ceden. Salvo que les amenacen con una huelga en servicios esenciales. Por ejemplo, en la recogida de basuras o limpieza de las calles.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com