Luego ya podrá venir EDF, E.ON o Suez o ENEL. Naturalmente, Borja Prado y Mediobanca serían los encargados de la ejecución. Mientras, Galán busca una operación corporativa que dificulte el asalto.
La colonización industrial de España continúa, sobre todo gracias al efecto Entrecanales. Habrá que insistir: por sí solo, y sobre todo debido a la regular situación de ACS y a su disparada deuda, Florentino Pérez (¡Oh capitán, mi capitán!) no puede hacerse ni con el control del 20% de Iberdrola. Ni tras la venta de Abertis y de otras empresas.
Tampoco puede repetir la hazaña de José Manuel Entrecanales en Endesa, porque el Gobierno Zapatero no podría permitir otro desastre para la inversión española como el de Endesa, una empresa estratégica que termine en manos del Gobierno italiano. Debe hacerlo por etapas.
Las palabras Burger King se repiten mucho últimamente en el entorno de Florentino, tras la venta de la multinacional al capital-riesgo. El private equity ha sido el gran descubrimiento del presidente del Real Madrid. Como se sabe, el objetivo final de los CVC, como se les conoce en la prensa española, consiste en entrar en una compañía y venderla por trozos. Naturalmente, de forma apalancada y aprovechando la etapa de tipos bajos.
En Abertis no lo consiguió del todo, porque el plan inicial de CVC era que La Caixa entrara en la operación pero Criteria ha dado marcha atrás. Por tanto, CVC ha entrado de forma parcial en Abertis, aunque, en breve, insistirá en deshacerse de activos no estratégicos.
Pues bien, a Pérez le ha encantado el sistema e insiste: quiere repetir en Iberdrola la operación Abertis. En otras palabras, que el capital riesgo obtenga financiación de la banca española para desembarcar en la eléctrica. Naturalmente, el muñidor de la operación será Borja Prado Eulate, que lidera Mediobanca, el entramado público-privado italiano. Por eso preside Endesa. Con Borja Prado, representante de los intereses italianos en España y hombre del círculo del príncipe heredero Felipe de Borbón y de doña Letizia Ortiz, se está permitiendo en nuestro país algo que no se permitiría en ningún otro: que el presidente de Endesa, a través de Mediobanca, financie a Florentino Pérez para desestabilizar a su principal competidor, Iberdrola.
Se busca una sopa de letras de fondos de capital-riesgo para entrar en Iberdrola y, naturalmente, desguazarla. Así Florentino podrá dar otro pelotazo a costa, eso sí, de que los fondos trasfieran más tarde lo que quede de Iberdrola, sobre todo su cuota de mercado, a una de las grandes empresas europeas, sean las francesas EDF y Suez, la alemana E.ON o la propia italiana ENEL, pues cuando comencemos a hablar de mercado único europeo ya no habrá problemas de libre competencia y las grandes empresas estratégicas europeas serán francesas y alemanas, con el papel de Italia pendiente de confirmación.
Mientras, Galán intenta alguna operación corporativa que haga más difícil el asalto. Ahora bien, ya no queda mucho por comprar y además sin ser acuciante, la deuda de Iberdrola empieza a ser importante. La última operación anunciada, refinanciación de bonos, camina en esa dirección.
¿Que cómo evitan otros países que sus empresas estratégicas se deslocalicen? Por vía política naturalmente. Lo malo es que al Gobierno Zapatero parece importarle poco la colonización industrial que está sufriendo España, un país que, entre políticos mediocres de cara al exterior y cainismo interno, cada vez pinta menos en Europa.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com