Me encantan las interpretaciones. Resulta que según el conseller de Relaciones Institucionales, Joan Saura, el presidente de La Caixa, Ricard Fornesa, realizó una defensa apasionada de la reforma estatutaria alabando a los innovadores de todas las organizaciones porque son los que permiten avanzar. ¡Toma ya!
Por si fuera poco, según Saura, resulta que Fornesa valoró muy negativamente las opiniones sobre la intervención política de la OPA. Porque según el coseller catalán, La Caixa no es el brazo financiero armado, ni sin armar. O sea, que la OPA es una operación estrictamente empresarial, por eso Saura no opina sobre la coincidencia en el tiempo con la propuesta estatutaria. Sobre la oportunidad empresarial, debe decidir GN, y ni la Generalitat ni Montilla tienen nada que decir.
Y ya puestos, Saura tampoco tiene nada que decir sobre la campaña por los països catalans realizada desde el Barcelona. Eso es una decisión de Laporta, señala Saura al estilo Pilatos. Es decir, el Barça es más que un club, salvo cuando genera problemas. Según Saura, Laporta se ofreció a hacer algo por la unidad de todos los partidos políticos y en este sentido sólo se organizó un partido de fútbol el 11 de septiembre. Todo lo demás corre a la cuenta de Laporta, que seguro que estará muy contento de que Saura se desvincule de la decisión.
Sobre la tarjeta amarilla de Fornesa en relación al riesgo de separarse de España para unos empresarios que tienen su mercado en el territorio español, Saura afirma compartir el criterio. Nosotros no queremos desvincularnos de España, sino al revés, establecer una relación mucho más estrecha, participando en el Tribunal Constitucional, el CGPJ, etc, señala ¿Verdad que la botella siempre se puede ver medio llena o medio vacía?
Por último, Saura considera que no existe oposición empresarial al Estatuto, sino más bien complicidad. He mantenido contactos permanentes con Fomento, La Caixa y otras empresas catalanas y todas han aplaudido un proyecto que actualiza la relación entre Cataluña y España.