La presidencia de turno de la UE protesta por el proteccionismo francés: Sarkozy protege a los trabajadores franceses, pero no a los checos

Nicolas Sarkozy se ha decidido a ayudar al sector automovilístico francés, tan en declive como en el resto del mundo. Lo hará en forma de créditos por valor de 6.000 millones de euros a lo largo de los próximos cinco años y a un interés más ventajoso que el del mercado. Renault y Peugeot-Citroën se repartirán el dinero a medias a cambio de moderar los bonos de los directivos y la distribución de dividendos y no sacar la producción fuera de Francia.

Este último punto ha sabido a cuerno quemado a la presidencia de turno de la Unión Europea. El primer ministro de la República Checa, Mirek Topolanek, se siente molesto por el proteccionismo francés y cree que se trata de un hecho insólito: Si alguien quiere de verdad poner en peligro la ratificación del Tratado de Lisboa, no pudo elegir mejor método y momento, declaró Topolanek a un diario checo. Se da la circunstancia de que el consorcio TPCA (Toyota Peugeot Citroen Automobile) es la segunda empresa automovilística de la República Checa. Además, la decisión francesa no contribuye a paliar el euroescepticismo del Gobierno checo, sino más bien a confirmar su opinión de que algunos países se suben y se bajan del tren de la solidaridad europea cuando les conviene.