EDF no tiene intereses en España, al menos eso es lo que aseguraba en la mañana de este lunes el embajador de Francia en España, Bruno Delaye. No es un tema de actualidad, no tiene nuevos planes. ¿Por qué?, ¿por el acoso jurídico de Iberdrola o por los frenos impuestos en Moncloa?, le preguntamos. Ninguna de ambas. Lo que más pesa es la situación financiera. Y es que EDF acaba de comprarse una entidad británica y la crisis hace mella incluso para EDF. ¿Y si dentro de dos años lograse tener más cintura financiera? Desconozco sus planes estratégicos y no sé si existen alianzas posibles. En resumen: entre que no hay dinero y que no seríamos bien recibidos, mejor nos quedamos a un lado. Eso sí, si la situación financiera cambiase y Florentino lograse hacerse con el control de la eléctrica 'vasca', la aspiración sería convertirse en otro Entrecanales.
¿Y qué pasa con GdF? No lo sé, y si lo supiera tampoco lo comentaría, despende. Todo un diplomático. Lástima que el desayuno organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica no fuera 'off the record' porque el embajador estaba como encorsetado, midiendo sus palabras.