Sobre el auto de ayer del juez Garzón, en el que decía que el ácido bórico sirve para matar cucarachas, Francino destacaba el palo enorme del juez Garzón con el auto de ayer al perito jefe y a los medios que han alentado la teoría de la conspiración. Esto no es una guerra mediática. Todo esto va mucho más allá de una pugna política electoral. Es algo que pone en cuestión el sistema democrático. Hay que resistir y más después del palo enorme que dio Garzón ayer. Esta teoría de la conspiración del 11-M, de que gobierno, policía y jueces están manipulando, tiene su público. Hay gente que ha compartido este discurso.

 

Un tertuliano apuntaba en la SER que es gente de buena fe, poco informada, que compran ese discurso, lo hacen suyo, y expanden la sombra de la duda.  Y gente que lo quiere creer porque gente del PP inocula esa versión. 

 

Otro tertuliano de la SER decía que la distinción entre prensa de referencia y prensa amarilla ha ido borrándose. El hacer política dentro de las instituciones con las instituciones, todo esto empieza a ser un retroceso moral en nuestro país. Contra todo esto hay que ir. Hay que hacer un esfuerzo de separar la prensa amarilla de la que no lo es. Es dentro de las instituciones como se debería hacer política.

 

Y Elordi apostillaba en la SER: hay mucha gente que no es que compre este discurso de la conspiración, sino que están dispuestos a comprar cualquier otro para justificar el discurso de perder las elecciones. No es tanto manipulación desde fuera sino coincidencia desde dentro entre ambas partes.