El Defensor del Pueblo, Enrique Mújica, ha abierto una investigación ante el Ministerio de Sanidad con el objeto de averiguar el supuestamente bajo porcentaje de abortos que practica la Sanidad Pública. Es uno más de los movimientos para anular cualquier resquicio que defienda al no nacido, como denuncia la Fundación Vida en este artículo.  

Parece que el hecho de que sólo el 3% de abortos llevados a cabo en España se realicen en hospitales públicos no hace pensar al Defensor del Pueblo que los practicados en clínicas abortistas privadas puedan ser ilegales. Sin embargo, la conclusión debería ser que es altamente improbable que los casi cien mil abortos registrados en España al año puedan ajustarse en su totalidad a los tres supuestos en que los despenaliza la Ley del Aborto. Por otra parte, esta iniciativa coincide con una pregunta parlamentaria realizada por el grupo IU-ICV para apremiar a lo que llaman la "normalización" del aborto: es decir, su despenalización completa, pues actualmente se trata de un delito que no acarrea penas en los tres supuestos establecidos. Tal deseo se basa, según Izquierda Unida, en que la mujer debe tener derecho absoluto sobre "su cuerpo", olvidando que en un aborto el cuerpo al que se le quita la vida es al del no nacido.

Ante estas dos invectivas, Manuel Cruz, director de Fundación Vida, afirma:

"algunos han declarado una guerra sin cuartel a los niños no nacidos y al

Derecho a la Vida, por lo que no es de extrañar que quieran llegar hasta las últimas consecuencias". Si bien actualmente el aborto es completamente libre de facto en España, quieren borrar de la legislación cualquier huella del derecho fundamental a nacer, lo cual "supondría cerrar las puertas para legalmente volver a una situación natural en la que toda persona pudiera vivir sin que le cercenaran la vida en el vientre de su madre", afirma Manuel Cruz.

Por otra parte, viendo la pendiente deslizante por la que se han ido desarrollando los acontecimientos desde la promulgación de la Ley del Aborto, cabe temer que ciertos sectores no se contenten con la liberación total del aborto. "Esperemos que la próxima idea no sea despenalizar la coacción al aborto", dice Cruz. "El negocio levantado sobre las prácticas abortistas ya ha demostrado su nulo interés por las secuelas psicológicas y físicas que deja el aborto en la mujer, hecho que ocultan en numerosas clínicas. Por tanto, debemos pensar que la libre decisión de la madre tras la que tantas veces se escudan, en realidad no les interesa lo más mínimo", advierte el director de la Fundación Vida.

Así pues, la Fundación Vida reclama a los poderes públicos que, como valedores que han de ser de los derechos humanos, defiendan a los más débiles de todos nosotros: los niños no nacidos que esperan nacer desde el útero materno.

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