El pasado viernes 5, aprovechando la reunión del Consejo que asesora en materia empresarial al Gobierno vasco, el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, se entrevistó con el lehendakari, Patxi López, y hablaron del propósito de Zapatero de suprimir los blindajes estatutarios. Desde que se publicara el Maquiavelo de León, todo el mundo sabe que ZP ni perdona ni olvida. Viene esto cuento de que Patxi López se empeñó en ser lehendakari y le fastidió los planes a Zapatero, que ha tenido que enmendar como pudo su alianza con el PNV. Lo mismo ocurrió con Montilla que también estropeó al presidente sus planes sociovergentes en Cataluña.
Pues bien, López salió contento de la entrevista a pesar de que el Gobierno vasco tiene algunos asuntillos pendientes con Iberdrola por cuestiones tales como la instalación de la sede de Iberdrola Renovables en Valencia, la venta de la regasificadora de Vizcaya o el asunto Gamesa.
Días atrás, era el peneuvista Mario Fernández, presidente de la BBK (6% del capital de Iberdrola) y a quien Florentino Pérez había animado a unirse a su cruzada, quien le había dado una solemne bofetada: tampoco Fernández quiere suprimir los blindajes estatutarios. Y, por si fuera poco, en su presentación de resultados ante analistas financieros, el francés Gérard Mestrallet, aseguraba que no tenía previsto realizar operaciones corporativas en Europa. Desde ACS responden a Hispanidad que compra acciones e Iberdrola no supone una operación corporativa pero, en cualquier caso, las palabras del galo no indican un entusiasmo con la entrada en Iberdrola. Es más, el presidente de Suez-GDF se refirió a la venta o intercambio de activos, no a la compra, a no realizar compra en Europa: En cuanto a las actividades de Fusiones y Adquisiciones: planeamos continuar las ventas de activos, pero fundamentalmente de perfil bajo.
Mientas, Chitín del Valle, el abogado de Florentino, continúa con su estrategia: pedirá que la junta vote el nombramiento de un representante de ACS en el Consejo de Iberdrola, preferentemente el ex presidente de Unión Fenosa, Pedro López Jiménez -un hombre que cuenta con muchas simpatías en el sector eléctrico- para, cuando se les niegue la iniciativa, poder judicializar el conflicto.
Dentro del Grupo ACS las cosas son distintas. Los March, más amantes del consenso que del conflicto, animan a Pérez a llegar a un acuerdo con Galán, acuerdo que parece más lejano que nunca. Por su parte, los Albertos son mucho más prácticos: dicen que compre a Galán y que les deje el campo libre. Saben que, en una batalla larga, tienen todas las de perder.
Florentino, por su parte, no cede: está dispuesto a incrementar su apalancamiento actual con tal de hacerse con todo el continente.
Y la Junta de Accionistas, el día 26.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com