Hasta ahora, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, no sólo no había hablado sobre el Estatut, sino que cuando lo había hecho se había mostrado comprensivo. El alcalde de Madrid ha mimado su condición de campeón del progresismo y la tolerancia dentro del Partido Popular.
Sin embargo, Gallardón, como tantos otros, se ha visto sorprendido por la generalizada reacción en contra de los españoles contra el borrador del Estatut. Así que, ni corto ni perezoso, ha dado un giro de 180 grados y se ha puesto al frente de la manifestación: desde el ayuntamiento de Madrid, que en principio nada tiene que ver con la política autonómica, y menos con el problema catalán, Gallardón ha lanzado una proclama afirmando que no existe otra nación que España. Al parecer, eso ahora da votos. Así, en la mañana del martes, el Consistorio madrileño ha aprobado una toma de postura pública que hace apenas unas semanas no se habrían atrevido a firmar ni en la mismísima sede del partido Popular, en la calle Génova.