Aunque estamos lejos de avistar siquiera el comienzo de la recuperación, la economía española registra parámetros esperanzadores.
Las últimas jornadas de mayo y primeras de junio sumaron algunos datos especialmente significativos. La leve mejoría en el consumo y la inversión, recogida por el INE, sugiere respuestas aún muy tenues, pero reacciones positivas en índices prioritarios.
En esa línea, la confianza económica en España escaló hasta el mejor dato en casi un año, según la Comisión Europea. No hay milagros, pero sí avances. Ésa es la realidad.
Por otra parte, en cuestiones laborales, por primera vez en cuatro años los datos del paro en mayo han sido también esperanzadores.
Jaume Catalán Díaz