Pide que sea el Estado el que ayude a las cajas recapitalizándolas

El presidente de la Mutua echa por  tierra la estrategia de Pomata: lo vende todo y lo que no vende es porque no puede, se deshará de Repsol y Sacyr a la menor oportunidad. Eso sí, quiere hacer bancaseguros. Pide para el automóvil un plan Renove potente, no testimonial. Los directivos se congelan los sueldos y Pomata sigue reclamando 20 millones de euros.
Durante la presentación de resultados de la Mutua Madrileña, su presidente, Ignacio Garralda anunció que compañía está negociando con alguna entidad mediana de cara a introducirse en el modelo de bancaseguros. ¿Con quién? Garralda no dio nombres, pero en este momento Caser, Zurich, Aviva y MAPFRE están en bancaseguros. Allí donde Mutua está fuerte, en Madrid, Caja Madrid ya tiene un acuerdo con MAPFRE para vender los seguros. ¿Se trata entonces de un banco mediano? Muy probable, ya que el presidente de Mutua admitió que el panorama de las cajas es cambiante y la incertidumbre reinaría en la negociación con una entidad cuyo futuro está en duda: Todo el mundo asume que la mayoría de las cajas va a ser recapitalizadas, afirmó Garralda. El presidente de la aseguradora considera que es mejor que sea el Estado el que lleve a cabo la recapitalización y no las comunidades autónomas para dar unidad al proceso.

Por otra parte, Garralda defendió el modelo italiano, con un la mitad del accionariado en bolsa y la otra mitad en manos de las comunidades y ayuntamientos. Al final, las cajas acaban convertidas en bancos, como le ocurrió a Intesa San Paolo, por más que Garralda hable de dedicar el dividendo de bolsa a la obra social.

Teorías aparte, lo que a Mutua le afecta con respecto a la Bolsa es el hecho de haberse quedado enganchados con unas acciones de Sacyr y Repsol que, al decir de su presidente están casi en zona de suelo. Garralda está convencido de que Sacyr y Repsol están infravalorados. Esperan una subida significativa para tratar de vender. ¿Y si no suben? Garralda admite que con razón el regulador los llama activos disponibles para la venta. Por cierto, que el presidente de la Mutua sonríe cuando le preguntan por su valoración sobre la gestión de Del Rivero en Sacyr. En lugar de admitir que las relaciones no son buenas, prefiere reconocer el esfuerzo ímprobo de la empresa para reestructurarse: Mutua ve con buenos ojos la venta de Itinere porque contribuirá a disminuir su deuda en 5.000 ó 6.000 millones de euros, con el consiguiente relajamiento del estrés que siente hasta ahora.

La nueva estrategia de Mutua Madrileña desde la llegada de Ignacio Garralda consiste en deshacer la gestión de Pomata. No sólo quitándose de en medio la Ciudad Sanitaria, las acciones de Sacyr y Santander, sino también las de Repsol, que lo único que tiene que ver desde el punto de vista estratégico es que dan combustible a los coches que aseguran.. Además, este es el último año que Mutua patrocinará a Renault, pero no a Fernando Alonso. El contrato con la marca del rombo se acaba y la aseguradora no tiene interés en renovar ni en patrocinar a ninguna otra escudería. Sin embargo, Alonso parece aún un elemento rentable para la publicidad.

Todo son recortes después de un año en el que las primas han bajado. El descenso de ventas de automóviles ha afectado a la firma madrileña de seguros y su presidente no tiene problemas a la hora de criticar que las ayudas al automóvil se procuraran cuando el sector crecía al 4 ó 5%. En estos momentos Garralda cree que es cuando el Gobierno debería poner en marcha un plan de ayudas al consumidor. Un plan Renove potente, no testimonial. Mientras pasan los malos tiempos, los directivos de Mutua Madrileña se han congelado los salarios o han visto subidas del IPC. Eso sí, el anterior presidente, continúa reclamando su plan de pensiones por valor de 20 millones de euros