Ha estado brillante, pero también excesivamente comedido. El consejero delegado de Gas Natural Unión Fenosa, Rafael Villaseca se ha presentado en los cursos de verano de la APIE provisto de muchos datos oficiales. ¿Su objetivo? Poner encima de la mesa la barbaridad del crecimiento de las subvenciones a las renovables para sugerir que es necesario recortarlas. ¿Cuánto? Es una decisión que debe de tomar el Gobierno. ¿Cuándo? Yo creo que el Ministerio está en eso porque se ha propuesto acabar con el déficit tarifario en el 2013. Es decir, explícito en las explicaciones, parco en las conclusiones.
Villaseca ha estado tan políticamente correcto que ha rechazado ser un negacionista del riesgo del cambio climático. Pero ni tanto ni tan cavo. Hemos sido los primeros de la clase y podemos ser unos alumnos aventajados; debemos levantar el pie del acelerador. O más claro: el sistema eléctrico no es sostenible y requiere cambios.
El problema no es el PP, como sostiene Zapatero. El problema son las primas. La producción de renovables ha sido del 40% desde el 2004. En el primer trimestre del 2010 suponía ya el 40% de la producción eléctrica, es decir, el doble del objetivo 20/20 marcado por la UE. ¿Por qué debemos ser los más listos de la clase?, se plantea Villaseca. Si no hacemos nada en este 2010, la factura de las renovables ascenderá a 7.000 millones de euros. Pero es que en el período 2010-2020 será de 151.000 millones de euros. Absolutamente insostenible.
Porque es que además, hemos sobrepasado con creces lo planificado. Por ejemplo, estaban previstos 400 megavatios en fotovoltaica y ya estamos en los 3.400. Los ciclos combinados ser han quedado a un 20% de lo planificado mientras que los molinillos se han quedado un 7,5% por encima de lo previsto. El resultado es que los costes de la energía renovable han crecido un 50% en el 2009. Y eso provoca un déficit tarifario que se sitúa ya en los 20.000 millones de euros, un 20% de la riqueza nacional. Y eso no es una deuda abstracta, sino una deuda de los consumidores a tasas de interés durante los próximos 15 años. ¿Qué tal?
En paralelo, las tarifas han tenido que subir restando competitividad. Las domésticas estaban un 4,4% por debajo de la media europea en el primer semestre del 208: ahora están un 8,8% por encima. Por su parte, la tarifa industrial estaba un 11% por debajo de la media UE hace dos años. Ahora está en la media europea.
Es decir, pérdida de competitividad, incremento del precio para el consumidor final, desequilibrios en el sistema e incremento del déficit. Ya es hora de que Zapatero se baje del árbol y asuma la realidad. ¿Confianza? Villaseca dice tenerla habida cuenta del compromiso del ministro Sebastián. Ahora sólo queda cumplir con la palabra dada.
Andrés Velázquez
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