A partir de ahora, en las negociaciones sobre el futuro de la colonia británica en España, Gibraltar tendrá derecho de veto. Para Rajoy, esto rompe con toda la tradición diplomática española y resulta humillante para nuestro país, que se convierte así en el hazmerreír de Europa.
A mediodía del viernes 17, Rajoy fue especialmente duro con Zapatero por el caso gibraltareño, tras una concesión del Ejecutivo otorgada, como recordó el presidente del PP, sin contraprestación alguna, porque "estamos ante el mayor espectáculo que se ha producido a lo largo de los últimos meses en política exterior". "Hemos hecho lo que las autoridades de la Colonia han querido que se hiciera, es decir, lo contrario de lo que siempre mantuvimos los españoles, señala Rajoy.