Resulta que un centro de Cáritas, la asociación que más ayuda a los más necesitados, esgrimió un cartel con el horario de atención a personas y gitanos. De inmediato, la cadena Cuatro, de ideología más que progresista, montó el pollo. Los chicos de Cuatro así como los que protestan, no mueven un dedo por los gitanos ni por el resto de "personas". Pero no pueden permitir -¡Oh no!- el racismo, hasta ahí podíamos llegar.
Yo creo que Cáritas hace muy bien en separar a los gitanos del resto. Lo sé porque me he criado en un barrio bajo donde la cuarta parte de la población era gitana. Sé de lo que hablo.
¿Es esto racismo No, es saber de lo que estamos hablando.
Sí, ya sé que la propia jefatura de Cáritas ha dicho al tal centro que retire el cartel. Aquí todos somos esclavos de lo políticamente correcto. Pero insisto: a los gitanos hay que ayudarles, ciertamente, pero sobre todo, a que cambien de mentalidad. En suma; hay que ayudarles... y enseñarles a que se dejen ayudar. No basta con darles pescado, hay que enseñarles a pescar.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com