Las quisicosas judiciales tienden a provocar confusión. Por ejemplo, el miércoles podíamos leer en la prensa que la juez norteamericana Denise Cote había cerrado el caso de la acusación de Gas Natural contra E.ON. La empresa catalana acusa a la compañía alemana de no ofrecer toda la información en el folleto sobre la OPA a Endesa presentado ante las autoridades regulatorias neoyorquinas. El asunto tiene su importancia por dos razones: es la misma juez que lleva la demanda de E.ON contra Endesa y lo que GN quiere resaltar es lo mismo que se está viendo en el Juzgado número 1 de Barcelona, verdadera almendra de la cuestión: si Endesa eludió su deber de pasividad y filtró información confidencial a E.ON para que lanzara su contraopa.
Lo que la juez ha dicho es que aún falta el folleto definitivo que los alemanes deberán enviar tanto a Nueva York como a Madrid. Si en esos segundos y definitivos folletos no figurara la información que reclama Gas Natural, entonces actuaría. Dicho de otra forma: no ha dado por cerrado el caso, lo ha aplazado.
Mientras, GN recuerda que ya en los folletos primeros se perciben diferencias: el remitido a la CNMV dice mucho más que el recibido en la SEC. En especial, dice mucho más sobe las relaciones entre directivos de Endesa y directivos de E.ON entre el 5 de septiembre de 2005, en el que GN hace pública su OPA, y el 21 de febrero de 2006, en que E.ON contraopa.
A todo ello, hay que unir el papel de Deutsche Bank, entidad que en agosto aflora con un 5% de Endesa cuando desde meses atrás asesoraba tanto a Endesa como a E.ON.
Por otra parte, los folletos definitivos de E.ON podrían propiciar que el presidente de la CNMV, Manuel Conthe, adoptara un papel más activo en el caso. Porque al regulador no le afecta el deber de pasividad. Más bien su contrario.