El PP está muy preocupado en no recibir el abrazo del oso. La distancia se marca en los impuestos indirectos: si el Gobierno no renuncia a subir el IVA (1 de julio), no habrá pacto sobre la economía. Sin embargo, hay varios puntos de posible acuerdo. El Ejecutivo Zapatero ha asumido la propuesta del PP de que el IVA de las chapuzas sea el reducido. También hay acuerdo en la barra libre de los préstamos del ICO. Al menos no ha habido oposición por parte del PP ni en las declaraciones de Rajoy ni en el documento de propuestas.
Pero lo llamativo es el acuerdo en materia de cajas de ahorros. Los populares proponen que se incentiven las fusiones virtuales de cajas (SIP) y que el Banco de España les otorgue ficha bancaria. De esta manera, se daría el primer y definitivo paso para la desnaturalización de las cajas. Se convertirían en sociedades anónimas, en bancos. Exactamente lo que desea MAFO y también el PSOE, aunque este último se encuentre rehén de las exigencias de sus barones andaluces y catalanes.
Por supuesto, los populares insisten en reformar la LORCA para que se elimine el veto autonómico a las fusiones interregionales. Era lo que Montoro propuso en su momento a Salgado. La vicepresidenta terminó rechazando esta propuesta ante las presiones de sus barones catalanes y andaluces. De aquellos polvos, esta parálisis en el proceso de reestructuración del sistema financiero. A pesar de que Zapatero afirma que va a un ritmo razonable, Salgado reclama a los gobiernos autonómicos que no imponga dificultades a los procesos de fusión. Es, sin duda, el mayor ataque sufrido por el sector ahorro en sus más de 200 años de historia. Se trata sencillamente, de aniquilarlo, de que no haya mas agentes económicos que aquéllos que tengan naturaleza de sociedades anónimas.
Otro de los asuntos que distancia al PP del PSOE es el plan de ajuste de gastos. Los 5.000 millones de ahorro propuestos por el Gobierno son insuficientes. En primer lugar, porque en gran parte son contables. Un 30% de esos 5.000 millones, es decir, 1.500 millones, provienen de recortes en el fondo de contingencia. Es decir, una tomadura de pelo. Así que los populares exigen medidas más contundentes. En primer lugar, exigen que se eleve de 5.000 a 10.000 el ahorro de gasto para este ejercicio. Y por primera vez se pone negro sobre blanco las partidas donde se tendría que recortar. Por supuesto, recortes en los puestos de asesores (50%) y de altos cargos (25%). También recorte en la estructura administrativa, es decir, la supresión de tres ministerios, tal y como ha reclamado el Parlamento en tres ocasiones. Ahora el PP lo lleva como proyecto de ley que vincula al Gobierno.
Otro de los capítulos en los que el PP propone meter la tijera es en las transferencias a los organismos internacionales. Y por supuesto, empezar a meter en vereda a las CCAA y los Ayuntamientos. Lo primero, establecer un techo de gasto y de deuda para los próximos años. Y sobre las facturas pendientes -que se calculan en 35.000 millones de euros- los populares proponen transformar el plan E de este año en una línea ICO. Mala estrategia porque la línea ICO Ayuntamientos ya se ha demostrado fracasada. ¿Por qué?
Los Ayuntamientos no reconocen la deuda. Por eso, a futuro, los populares proponen que no haya una sola contratación sin que se haya aprobado una habilitación presupuestaria. Se trata de evitar que haya facturas en el cajón.
Andrés Velázquez
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