Al presidente del BBVA sólo le queda cesar a su consejero delegado, pero eso supondría una crisis sin precedentes en una entidad rentable. En la presentación de resultados, Goirigolzarri insiste en que no hay que precipitarse a la hora de sustituir a Julio López
El jueves fue un día intenso en el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria. Ya lo había sido el miércoles, día del funeral del director general de Banca Comercial, Julio López, mano derecha el consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri.
Y es que todo el empeño, y ya desde hace un año, del presidente, Francisco González, consiste en argentarinizar el banco, que los amarillos ganen a los azules. Hasta ahora, los puestos de poder estaban ocupados por amarrillos, pero ahora FG considera que están preparados para llevar el negocio.
En definitiva, FG lleva un año intentando cambiar a los tres directores generales de Grupo, las tres patas en las que se apoya Goiri: el fallecido Julio López (Comercial), José María Abril (Banca al por mayor) y Vitalino Nafría (Internacional). Todos ellos proceden del antiguo Banco Bilbao Vizcaya, mejor dicho, del Bilbao, porque los vizcayas hace tiempo que emigraron con Alfredo Sáenz y Francisco Luzón, principalmente, y ahora anidan en el Santander.
En definitiva, desde el propio BBVA filtran al diario Expansión (edición del jueves) tres nombres de Argentaria para sustituir a López. Abril y Nafría. No se dice así, pero Hispanidad ya lo había contado en otras ocasiones (ver enlace), pues el pulso FG-Goiri se mantiene desde hace casi un año. Por el contrario, Expansión sí especificó, qué casualidad, los tres argentarias llamados a subir, aunque no se concreta a dónde: Eduardo Arbizu, Manuel González Cid y Ángel Cano.
Pues bien, las pretensiones de FG son muy claras. Eduardo Arbizu (en puridad no es un argentaria, fue fichado por FG de Barclays a través de un cazatalentos, pero es de su confianza) sustituiría a Julio López, Ángel Cano a José María Abril y Manuel González Cid a Vitalino Nafría.
Arbizu fue consejero delegado de Barclays España, aunque su especialidad no es la banca comercial, se trata de un jurista. González Cid procede del Ministerio de Economía, donde estuvo con Pedro Solbes. Negocio bancario no ha hecho nunca, pero sí es un buen organizador de eventos, especialmente de Road-show, el hombre que ha representado al BBVA en el caso BNL. No es malo en lo suyo, aunque se le achacan problemas de relación. Por último, Ángel Cano, hombre de José Antonio Fernández Rivero (el personaje de más confianza de FG, si es que FG tiene hombres de confianza). Cano es un duro, capaz de sentarse sobre un cubo de hielo si así se lo ordenan. Cuando la descomposición de la Argentaria de Francisco Luzón, tras la llegada de FG, coordinó a los servicios de seguridad responsables de espiar las conversaciones telefónicas de los directivos sospechosos de escasa fidelidad a FG. Ahora dirige recursos Humanos y los sindicatos saben que es un duro entre los duros.
Pues bien, Goiri se niega a acepar a estos tres directivos como sus más próximos colaboradores. Se niega, además, a cesar a Abril y, sobre todo, a su amigo Nafría. Así que en la mañana del jueves lanzaba el órdago a FG, al afirmar, reiteradamente que la sustitución de Julio López había que hacerla sin prisas: No hay que precipitarse, repitió una y otra vez. Y a pesar de que es evidente que el banco no pude estar mucho tiempo sin director de la división más importante del Grupo, insistió. Cada cosa a su tiempo. Y por si no había quedado claro, advirtió que entre las grandes virtudes de Julio estaba el haber formado a grandes profesionales. Y una vez más: No hay calendario para sustituir a Julio, Julio formó a los mejores.
En primer lugar, FG no sólo quiere sustituir a Julio, sino a Abril y Nafria, amigo personal de Goiri. En segundo lugar, el órdago consiste en recordarle a FG que hay directivos procedentes del BBVA que pueden hacerlo mucho mejor que sus candidatos.
Hagamos un repas Vicente Rodero, procedente del BV, coordinador de las direcciones territoriales del banco, un verdadero número 2 de Julio López. Pa Internacional, Goiri dispone de Jaime Guardiola, director de México, donde ha realizado una espléndida labor. Ignacio Sánchez Asiaín, hijo del histórico José Ángel, hoy en Medios, es reversible: sirve para distintos cargos.
Pedro Fontana director general para Cataluña, el hombre de Banca Catalana todavía es utilizable. O Juan Asúa, que no es un BBV, dado que proviene de Salomon Brothers y Banesto, pero que fue fichado por Javier Echenique, el hombre de confianza de Pedro Luis Uriarte. Como ven, hay cantera.
Lo que ocurre es que aquí se trata de otra cosa. Como en Alicia en el País de las Maravillas, se trata de saber quién manda.
Las espadas están en todo lo alto. De hecho, el órdago de Goiri es de tal calibre que le obliga a FG a ceder o a cesar a su consejero delegado. Claro que eso no sería comprendido por nadie. Por ejemplo, por los fondos accionistas, que son muy conscientes de qué equipo es el que ha convertido al BBVA en uno de los bancos más rentables de Europa, muy por delante del Santander de Emilio Botín. Desde luego, no el equipo de FG.
Por cierto, si el pulso se decantara por un cese de Goirigolzarri, FG habría terminado, no sólo con un equipo, sino con toda una generación bancaria surgida de Jose Ángel Sánchez Asiaín y de Pedro Toledo y que ha protagonizado el sector bancario durante toda la etapa democrática.