Los bancos de inversión viven de las grandes operaciones y se ponen muy contentos cuando alguien les pone un reto delante, un reto pagado a comisión, claro está. Pero a veces los retos son arriesgados. Por ejemplo, Goldman Sachs ha recibido el encargo de vender el 75% de Occidental Hoteles, propiedad de La Caixa (30%), José María Loizaga (30% y Lladró-Hemisferio (15%). Total, un 75%. Al parecer, los socios financieros no están muy contentos con la gestión, muy personalista, del equipo directivo que dirige Adolfo Favieres, y que controla un 25%.
Ahora bien, los socios valoran Occidental en 1.000 millones de euros, lo que parece un precio elevado. Así lo piensan en la propia Goldman Sahcs. Y hay una dificultad añadida: El equipo directivo se empeña en que ese paquete, que lo es de control, no se venda a ningún competidor, más que nada porque si apareciera un Meliá, un Barceló, etc., durarían menos que un caramelo a la puerta de un colegio. Por otra parte, la gente de Goldman asegura que, si apareciera un nuevo equipo directivo, La Caixa se mantendría: ¡Qué dura es la vida del banquero de inversión!