El miércoles 30 de junio se produjo todo un golpe de mano en la empresa de seguridad Prosegur. Si hubiese que sintetizarlo en pocas palabras, esa revolución implicaría lo siguiente: por un lado, la viuda del fundador Herberto Gut, Elena Reboredo, propietaria del 51% de las acciones, ha modificado los estatutos, y así lo ha comunicado a la CNMV. En pocas palabras, a partir de ahora las decisiones relevantes no se tomarán por mayoría de dos tercios, sino por mayoría. Al mismo tiempo, el presidente del Consejo de Administración y de la comisión ejecutiva, dejará de ser por reglamento, la misma persona. Casualmente esa misma persona era Carlos Martínez de Campos.

Así, todo hace pensar que de inmediato será nombrado nuevo presidente de la comisión ejecutiva, y, qué casualidad, ha vuelto la mano derecha de Herberto Gut, fallecido en un accidente de circulación, que abandonó la empresa por diferencias con Martínez de Campos dos años atrás: se trata de Ángel Vizcaíno, más que descontento con la estrategia de Martínez de Campos consistente en reducir gastos de forma permanente para asegurar el beneficio. Y en efecto, lo ha asegurado pero a costa de ceder terreno frente a su principal competidor, Securitas, en el segmento más importante del sector en el momento presente: la seguridad electrónica.

Más: Carlos Martínez de Campos ha liderado Prosegur y ha hecho compatible este cargo con el de máximo responsable del Barcklays. Durante las últimas semanas, De Campos ha ido vendiendo sus acciones en Prosegur. En definitiva, algo está cambiando en la firma.