En Tele 5, el diputado del PP por Valencia, Esteban González Pons, de quien el líder popular dijo el fin de semana que iba a estar cerca de él durante esta legislatura -sin especificar el cargo- se ha definido a sí mismo como un trabajador honesto, que en este momento se dedica a la política, católico y dentro del PP, un partido que va desde el extremo centro -desde el límite con el centro izquierda- hasta la derecha tradicional.
Respecto a la postura de la presidenta del PP vasco, María San Gil, de no firmar la ponencia política para el congreso de junio, pese a que al final se han recogido sus posturas, González Pons ha dicho que da la sensación de que la ponencia que se va a presentar incluye todas las enmiendas de María San Gil, pero que la propia María, por una razón que a mí se me escapa, no quiere firmarla, lo cual no excluye que en los próximos días ella no se incorpore a la ponencia o a los debates. En cualquier caso, ha dicho, me gustaría que quedase claro que María San Gil es de todos, de todo el PP, y un referente moral y también político para el PP, y el PP no puede estar donde no esté María. Por eso, tenemos que intentar llegar a un acercamiento entre todos de manera que la ponencia que comparte los principios de María incluya a la propia María y que ella se sienta tan bien tratada como cualquier otro miembro de la ponencia. María, es de todos, es un símbolo, no sólo moral, sino también político, y donde esté María tiene que estar el PP.
Ha negado además un enfrentamiento entre San Gil y Rajoy: Si hubiera sido así, a lo mejor habría habido una catarata de apoyos a San Gil y otra a Rajoy. Ha habido una situación tensa en el seno de una ponencia política, lo cual es normal, yo mismo espero que esa situación tensa se produzca en la ponencia socialista que va a proponer la eliminación por despido, en la flexiseguridad, espero que los diputados socialistas todavía conserven cierta conciencia social, y sean capaces de reaccionar, pero se puede resolver.
Preguntado por su postura ante los partidos nacionalistas, González Pons ha dicho María tiene un punto de vista sobre el problema del PP para su relación con los partidos nacionalistas y José Manuel Soria otro. La síntesis de las dos posiciones, que no es difícil obtener, se ha conseguido. Y está en el texto. Ha añadido que cree que el PP puede gobernar aunque no consiga un mínimo acercamiento con partidos nacionalistas moderados: lo que no creo es que el PP pueda gobernar en el corto y medio plazo si en el congreso de junio no es un partido unido, fuerte, ambicioso y generoso y si nos dedicamos a enfrentamientos pequeñitos.
Sobre la opinión del Rey acerca de Zapatero, de quien dijo que es un presidente honesto y que sabe lo que quiere, Pons ha dicho: no todos acertamos siempre.
Las contradicciones de Jorge Moragas (PP): dice no somos relativistas y a renglón seguido: No me parece una posición inteligente ir por la vida diciendo nunca jamás
En TVE, el también popular y secretario de Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moragas, también se ha referido a la crisis de su partido, y en concreto a la necesidad de pactar con los partidos nacionalistas: en este complejo país, tan complejo y plural, te ves en las circunstancias empujado a pactar, a hablar, a acordar, y eso es saludable. Ese acuerdo ha sido natural y forma parte de la historia del éxito del PP: nosotros hemos pactado con los nacionalistas: ahora, ¿cómo lo hicimos?: con luz y taquígrafos, nosotros no transigimos con nuestros principios y valores, nosotros somos flexibles, ahora, no somos relativistas. A renglón seguido, le pregunta Pepa Bueno: O sea, que nunca jamás, no. Y responde Moragas: ¿Quién dice nunca jamás a alguien? No me parece una posición inteligente ir por la vida diciendo nunca jamás.
Ha negado Moragas que exista la banda de los 4 en el PP, personas cercanas a Mariano Rajoy, de la que formaría parte él junto a José María Lasalle, y a Arriola, aunque ha reconocido estar cerca de Rajoy. Rajoy representa el valor de la unidad del partido y tiene dos valores fundamentales: que es buena persona y que es una persona inteligente. Sobre el popular Gustavo de Arístegui, que ayer reconocía que hay gente que le ha pedido que se presente al congreso del partido, Moragas ha dicho que es el máximo exponente de la libertad de expresión y de opinión que hay en nuestro partido. Y ha afirmado que el líder popular es plenamente consciente de que es el dueño de los tiempos de lo que es su proyecto político.
Moragas también ha explicado cuál debe ser el cambio que ha de dar el partido de cara al futuro, aunque con mucha ambigüedad y sin claridad alguna: es necesario hacer un cambio de registro en el discurso. Hay un discurso político, una terminología, que a veces utilizan los políticos, que cada vez nos aleja más de la sociedad. Cuando yo hablaba de cambiar de registro, venía a decir: mantengamos los mismos principios y valores que son innegociables y utilicemos una forma de comunicarnos con la sociedad que nos permita ser más incisivos y penetrantes. Moragas lo concretaba así: Es la idea del partido-espejo: modernizar el PP, actualizarlo, de tal forma que ese partido tan grande se convierta en un espejo de la sociedad. Que los ciudadanos se miren en el partido y se sientan reflejados. Mi tesis es que la sociedad va cambiando. ¿También los delincuentes podrían verse reflejados, hay que reflejar sus principios? ¿Cuáles son los principios del PP? Nos preguntamos.
Pedro J. Ramírez: En el PP hay un problema de liderazgo
En la COPE, Pedro J. Ramírez también comentaba la decisión de la presidenta del PP vasco, María San Gil, de no firmar la ponencia política para el congreso de junio que hoy se presenta. Para el director de El Mundo, en el PP hay un problema de management, de liderazgo. El liderazgo se suma del carisma y de la gestión. Vale que te falte el carisma. Eso se puede suplir si estás bien arropado y si sabes gestionar bien los problemas con tu equipo. Lo que a ti no te puede pasar es que se te vaya una persona de referencia. Y tú tienes que poner toda tu capacidad de gestionar una crisis para que eso no te suceda. Si te dan un aviso el viernes por la tarde, tienen una conversación el viernes y Rajoy sabe que se la ha encendido la luz ámbar. ¿Y cómo se gestiona esa crisis? Mandarle a José María Lasalle, un monaguillo, un mindundi, un delegado de tercera, ¿no puede Rajoy personalmente ocuparse si tiene ese problema? Si hace falta te vas a San Sebastián, pero resuelve ese problema. Además, lo que va terminar resultando es que la ponencia que se va a presentar hoy, recoge íntegra y literalmente los planteamientos de María San Gil, es decir, que Génova se va a tragar lo que no quería asumir y encima no va a tener a la paladín de esas ideas, con lo cual, todos los males juntos. Y luego añadía: María San Gil estuvo al borde del llanto en su conversación con Lasalle.
Tomás Cuesta, sobre el PP: No me parece que sea un problema de gestión, sino que ha habido una crisis de valores
Tomás Cuesta, también en la COPE, apuntaba sobre la crisis del PP: no me parece que sea un problema de gestión, sino que ha habido una crisis de valores y en este momento María San Gil es la que lo pone de manifiesto y la que coloca al señor Rajoy al borde de un precipicio moral, porque María San Gil es un referente moral para el PP y sobre todo para sus votantes. Está claro que San Gil no pretende en política nada más que defender las ideas que ha defendido con harto esfuerzo, sacrifico y riesgo en el País Vasco, el señor Rajoy, o la ha engañado o la ha decepcionado.
Antxon Urrusolo reclama a San Gil que explique públicamente su decisión
En Onda Cero, el tertuliano Antxon Urrusolo reclamaba a San Gil que explique públicamente sus posturas: María no puede tirar la piedra y esconder la mano. María es una persona extraordinaria pero tiene una responsabilidad política, porque en este momento, la referencia crítica que suscita mayores simpatías en el seno de la contestación a Rajoy es la de ella. Yo creo que María toma esa decisión no en contestación al liderazgo de Rajoy, sino que ella entiende que ese desplazamiento del centro hacia la periferia del poder del partido, con ese relativismo, no se puede aplicar ese relativismo. Si lo que le preocupa a María es ese revisionismo, que lo explique. Y si lo que le preocupa a María es que siente una falta de confianza en el liderazgo, que lo diga también. Pero que no se esconda, y que no nos lo cuenten otros. María, que ha sido tan valiente, clara, contundente, espero de ella por lo menos algo de la contundencia y de la sinceridad que ha tenido hasta ahora y que nos explique por qué ha hecho esto.
Paco Rosell: Es llamativo que no se fíen de la palabra de Rajoy personas como María San Gil
En la misma emisora, Paco Rosell opinaba que hay una cuestión previa a todo esto y es que cuando alguien ha estado en el Gobierno, difícilmente sabe estar en la oposición. Y ese es el drama que está viviendo ahora Rajoy. Primero, creo que la oposición que está haciendo es como ministro sin cartera. Y esa no es forma de hacer oposición. Y luego hay un síndrome que es el de Génova, porque se está produciendo un aislamiento del propio Mariano Rajoy: no se pueden sumar tantas torpezas. Es evidente que Zaplana o Acebes eran dos salidas anticipadas, pero no es lo mismo lo de María San Gil, que es un referente moral y humano para el partido, y un referente político. Lo que no puedes hacer es mandarle a alguien que tiene la confianza del presidente, pero que no es nadie en el partido, que es José María Lasalle a hablar con ella, a un segundón para templar gaitas en ese terreno. Y ha llegado una segunda circunstancia y es que Rajoy, ha llegado un momento en que es incapaz de convencer a la gente de su partido, no se fían de la palabra de Rajoy personas como María San Gil.
Juan Pedro Valentín: Lo que Mariano Rajoy está planteando es no tener un discurso de máximos, tan rígido, como estos últimos 8 años
Juan Pedro Valentín, también en Onda Cero, señalaba que yo creo que Mariano Rajoy, lo que está planteando es no tener un discurso de máximos, como estos últimos 8 años, no ser tan rígido. La cuestión aquí es que María San Gil, probablemente, le hace la prueba del 9 a Rajoy y le pone en los textos de la ponencia a mantener esa postura de máximos que Rajoy ha mantenido estos últimos 4 años.