Los argumentos para su cese serán honestidad y profesionalidad. El periodismo de investigación se prepara

 

El PSOE está preparando la salida de los presidentes de las privatizadas ante su empeño por permanecer en el sillón. Tras la ironía de Solbes dudando de los conocimientos técnicos de Martín Marín para haber presidido Hispasat, se suma el ministro de Industria, José Montilla, exigiendo gestores "honestos, capaces y competentes". En esta batalla valdrá todo: accionistas de referencia, presiones tarifarias, utilización de las cajas de ahorros, etc. FG y Pizarro serán los primeros. Cortina es duda por sus buenas relaciones con PolancoPablo Isla se podría salvar por tener a los franceses en las tripas de Altadis.

 

Optaron por quedarse. Zapatero confiaba en que presentaran su renuncia con el cambio de Gobierno. Pero le han cogido gusto al sillón. Y la paciencia socialista ha quedado colmada. El PSOE prepara una batalla en toda regla para el mes de septiembre. De momento, calienta motores.

 

El pistoletazo de salida lo dio, como ya hemos dicho, el "liberal socialdemócrata" de Pedro Solbes ironizando sobre las conocimientos técnicos de Martín Marín para presidir Hispasat. Una puntilla muy envenenada porque Cándido Velázquez tampoco era un experto en telecomunicaciones ni tampoco Luis Atienza es ningún especialista en el sector eléctrico. Como tampoco lo es Narcís Serra del negocio de la telefonía en Chile. ¿O sí? Por cierto, ¿qué experiencia tiene ZP de gestión?

 

Pero da igual. Se trata de sembrar la duda de la profesionalidad. En cuanto a la honradez, doble contra sencillo a que en breve veremos "cositas" de los presidentes de las privatizadas en "algún" periódico "independiente" de la mañana. Sugerencias para estos sagaces periodistas de investigación: compra de acciones de la propia compañía en días previos a algún acontecimiento, mal uso de los recursos de la compañía en gastos suntuarios, colocación de algún amigo incapaz, estrechas relaciones con el Gobierno anterior para fijar tarifas o flexibilizar a los órganos reguladores. Al tiempo.

 

El primero en caer podría ser FG. El financiero fue nombrado por Rato y fusiló al amanecer a toda la cúpula de Neguri -Ybarra incluido- a cuenta de las cuentas secretas de Jersey. Neguri no se lo perdona y clama venganza. También Miguel Sebastián, que salió por la puerta de atrás del Servicio de Estudios del BBVA tras haber avalado la propuesta del tipo único presentada por Jordi Sevilla, el de las dos tardes...

 

En este caso, el recambio sería relativamente sencillo. Goirigolzarri asegura la "vasquidad" del banco. Es nacionalista, pero muy moderado. Permitiría recuperar las buenas relaciones con el País Vasco tras la oposición socialista a negociar el Plan Ibarretxe. Y sobre todo, Goiri es el que dirige de verdad el banco. Su transición sería muy poco traumática.

 

Más dolorosa sería la salida de Manuel Pizarro de la Presidencia de Endesa. En su caso, los apagones veraniegos podrían ser esgrimidos como argumento de mala gestión. De esta forma, el que acumulara Presidencias (Ibercaja y Endesa) se quedaría colgado de la brocha, tras haber salido recientemente de la Presidencia de la caja zaragozana.

 

En cuanto a Alfonso Cortina, su salida resulta mucho más difícil. El Gobierno podría alegar falta de tacto, "talante" o actitud negociadora con el Ejecutivo Kirchner. Pero Cortina mantiene buena relación con la vicepresidenta Mª Teresa Fernández De la Vega. Y sobre todo, es íntimo de Polanco. Además, anuncia exploraciones petrolíferas en Cuba para escarnio de la Helms Burton y oxígeno del dictador. Como le gusta a Zapatero. Cortina podría salvarse de la quema. Eso sí, quedaría sometido al nuevo poder.

 

El último "cuarto grande", César Alierta, también resulta de más difícil movimiento, aunque la salida de Abril-Martorell le puede pasar factura. Isidro Fainé no perdona el gesto. Y el hecho es importante porque La Caixa es accionista de referencia de la teleoperadora. Por otra parte, quedarse sin consejero delegado convierte el Gobierno de Telefónica en demasiado goloso para que algún accionista de referencia quiera hacerse con el puesto. La única duda es si el PSOE se conformará con el perfil bajo de control vía accionistas de referencia u optará por el golpe de Estado por el camino presión tarifaria.

 

Por último, queda Pablo Isla en Altadis. Pero Altadis es la primera operación transfronteriza entre la antigua Tabacalera y la compañía de tabacos francesa. Zapatero no tocará a Isla porque no se atreverá a meter mano a los franceses.

 

De esta manera, la permanencia de los cuatro grandes resulta más que precaria. El PSOE ya ha apuntado los criterios para su despido: honradez y profesionalidad. Permanezcan atentos a la pantalla.