El Gobierno griego y los bancos privados están negociando una quita de la deuda helena que consistiría en canjear los bonos griegos por otros de menor valor. Según Efe, el Gobierno griego pretende presentar el próximo lunes, en una reunión del Eurogrupo, dichos acuerdos sobre la condonación de buena parte de su deuda. "Las negociaciones de la deuda están casi terminadas". "El plan es anunciarlo el lunes en Bruselas durante la reunión del Eurogrupo".
El objetivo de la quita es reducir el peso de su deuda desde el actual nivel del 160 % del PIB hasta el 120 % en 2020, un volumen que los expertos consideran "asumible". El ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, reconoció esta semana que los acreedores deberán asumir pérdidas "superiores al 70% del valor presente neto" de los actuales títulos. Vamos, un pastón. Pero es que se veía venir. Y ahora, los acreedores pagarán su codicia por haber querido hacer negocio explotando a un país quebrado.
Pero también pretende presentar el Gobierno griego el lunes un nuevo préstamo -por un valor de entre 130.000 y 145.000 millones de euros- de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional, a expensas de un nuevo acuerdo. Venizelos mantendrá hoy una reunión con la llamada troika -FMI, Comisión Europea (UE) y Banco Central Europeo (BCE)- para concretar los detalles. Además de la quita, la troika exige a Grecia una serie de medidas de ahorro y liberalización del mercado de trabajo. Atención: la eliminación de las pagas extras en el sector privado y la reducción del salario mínimo.
Al final, lo de siempre: pagan los más débiles, la población, la ciudadanía, cuando seguramente no serán responsables de las políticas despilfarradoras de sus gobernantes. ¿O en parte sí?
Andrés Velázquez
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