Ayer domingo 6 de noviembre se celebró la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Guatemala. Con casi el cien por cien de los votos escrutados, el general retirado Otto Pérez Molina, del Partido Patriota (PP), obtuvo el 54,2% de los votos, frente a los 45,8% logrados por su rival, el empresario Manuel Baldizón.
Nada más conocer su victoria, Pérez Molina ha prometido combatir la violencia que asola a esta pequeña nación centroamericana, uno de los países de Hispanoamérica con la mayor tasa de homicidios, con 41 casos por cada 100.000 habitantes. De hecho, esa fue una de sus principales promesas electorales, así como combatir la pobreza mediante la creación de empleo y la promoción de las zonas rurales del país, cosas ambas, en las que ojalá logre cuantos más éxitos mejor.
No obstante, tal y como contamos en Hispanidad, Otto Pérez incluyó en su programa electoral promover el "acceso a la salud sexual y reproductiva" (pag.48), un eufemismo con el que el Nuevo Orden Mundial trata de disfrazar el aborto sin límites.
Por otra parte, según una información recogida por Prensa Libre, Otto Pérez es partidario del aborto terapéutico, algo que, desgraciadamente, ya está permitido en el Código Penal de Guatemala.
Por lo tanto, seguiremos atentos a las evoluciones y declaraciones del nuevo presidente de Guatemala al respecto, porque la defensa de la vida es el principal termómetro para saber qué principios y calidad humana posee un político: eso en cualquier parte del mundo...
José Ángel Gutiérrez
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