Las niñas están afectadas el doble que los niños.
Las familias más pobres agotarán sus reservas de alimentos en las primeras semanas de 2010.
La sombra del hambre vuelve a planear sobre Centroamérica, un hecho que contrasta con la tendencia de avance hacia los Objetivos del Milenio en el conjunto de América Latina. Hemos vuelto a ver niños en estado realmente grave, con síntomas previos de kwashiorkor (desnutrición extrema que se manifiesta a través de edemas), algo que creíamos definitivamente erradicado en esta región, cuenta a su llegada de Guatemala el responsable geográfico de Acción contra el Hambre para América Latina, Jorge Salamanca.
Acción contra el Hambre ha realizado una encuesta en 1.600 hogares del Corredor Seco (zona fronteriza con Honduras y Nicaragua) para estudiar el impacto que la falta de precipitaciones, asociada al fenómeno del Niño, está teniendo sobre los medios de vida de los más vulnerables. Los resultados son realmente preocupantes:
Se ha perdido el 58,4% de la cosecha de maíz y el 71% de la de frijol, alimentos básicos en la dieta local.
El 7,7% de los niños examinados padece desnutrición aguda y el 2,7% la sufre en grado severo, su forma más extrema.
Las reservas familiares de alimentos podrían agotarse en las primeras semanas de 2010: esta temporada la cosecha ha cubierto apenas cuatro meses de reservas frente a los diez meses habituales.
El 90% de los hogares encuestados refirieron haber dejado de comer algún alimento en el mes anterior (carnes, granos básicos o verduras) y el 40% reconocieron haber reducido el número de comidas al día.
La desnutrición aguda afecta a un 5,4% de las niñas frente a un 2,4% de los niños.
La crisis económica internacional ha anulado además mecanismos tradicionales para hacer frente a este tipo de situaciones: los sectores del café y el azúcar han declarado no poder emplear a más mano de obra y el envío de remesas desde EE.UU. ha descendido drásticamente.
Intervención de emergencia de Acción contra el Hambre
Acción contra el Hambre va a intervenir de urgencia en la zona atendiendo los casos más inmediatos de desnutrición aguda y estableciendo un programa de dinero por trabajo denominado Mano de Obra Intensiva. Se tratará además de garantizar la semilla para la próxima siembra. Todo ello ha sido posible gracias a los fondos propios y a la financiación, entre otros, de Obra Social Caja Madrid. Más a largo plazo, la organización prepara un programa de intervenciones agrícolas de preparación para la sequía, manejo de cuencas para aumentar la recogida de agua, agroforestería, educación nutricional y sistemas de información alimentaria.
Acción contra el Hambre