Mientras el Santo Padre visita España, en concreto Santiago de Compostela y Barcelona, trayendo un mensaje de paz y esperanza en estos tiempos que tanta falta nos hace ante las políticas de abandono por parte de los poderes públicos de los más necesitados, el presidente del gobierno de España el señor Zapatero ya no solo no está presente para recibir al representante de dios en la tierra si no que se encuentra en Afganistán, arengando a las tropas en un país en guerra y saludando al presidente de dicho país, un presunto corrupto.
Señor Zapatero, como ciudadano de España siento vergüenza ajena de tener un presidente como usted, que ha preferido la guerra a la paz, otro punto más para su largo y nefasto curriculum.
Miguel Dueñas Muñoz