En una nueva y desaforada defensa del aborto libre y del "derecho" de las niñas de 16 años a abortar sin consultar a sus padres, la portavoz del PSOE en el Senado, Carmen Silva, ha puesto definitivamente sobre la mesa sus credenciales de partido radical y sectario, al afirmar que los conservadores no tienen derecho a "imponer su moral" sobre la salud reproductiva y sexual de las mujeres. Lo que en otras palabras ha venido a decir que sólo el PSOE tiene el derecho a imponer su "moral".
Silva, en las mismas declaraciones, aprovechó para arremeter contra el reparto de los conocidos como bebés-Aído que ha realizado un grupo de particulares, puesto que, a su juicio, supone "un insulto gravísimo a la democracia" y a una ministra de Igualdad que "merece respeto".
No sé por qué se enfada, simplemente es una iniciativa que pretende ser la respuesta a las declaraciones que Aído realizó el pasado mes de mayo, cuando aseguró que un feto de 13 semanas "es un ser vivo, pero no un ser humano, porque no existe ninguna base científica de ello".
Suso do Madrid
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