La empresa pública va desapareciendo a marchas forzadas. El último paso dado ha sido la autorización el viernes para las desinversiones de la SEPI en REE, donde vende un 10% y se queda con otro 10%; el Estado vende su 8,65% en Ebro y el 2,71% de IAG. Todo ello a la espera de saber si se hará a través de una OPV o de una colocación acelerada.
Tras la venta, la SEPI contará aún con casi una treintena de empresas en su cartera en las que tiene diferente grado de participación. También diferente interés, porque la venta de EFE o de RTVE no parecen encontrarse entre los activos disponibles para la venta.
Además, fuera de la SEPI, se encuentran Adif, Renfe y AENA. El Gobierno ultima ya la venta del 51% de esta última, mientras la liberalización del ferrocarril se hace esperar. La propia Unión Europea quiso poner el 1 de enero de 2010 como fecha, pero los Estados consideraron que el sector no estaba preparado. Lo cierto es que la liberalización implicaría compromisos de inversión que las empresas no estarían dispuestas a asumir.
Por otra parte, Loterías y Apuestas del Estado, adscrita al Ministerio de Economía y Hacienda. El Ejecutivo anunció la venta de un 30% de este organismo convertido ya en sociedad mercantil.
Mariano Tomás
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