El pasado viernes 18, el perito de la Agencia Tributaria, Carlos Navas Rivas, no sólo ratificó ante el titular del Juzgado 35 de Madrid que Marsans había defraudado 100 millones de euros en la operación de compra y reflotamiento de Aerolíneas Argentinas (ARSA) sino que elevó la cifra a 130 millones de euros.
No sólo eso, sino que, por vez primera desde que se abriera la instrucción, la investigación se amplía no sólo a los pasivos, sino al resto del dinero otorgado por el Gobierno Aznar a los dos propietarios de Marsans, Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual -hoy presidente y vicepresidente de la CEOE- así como a su ex socio Antonio Mata.
Como es sabido, el Gobierno Aznar regaló Aerolíneas Argentinas a Marsans por una peseta y, además, le dio 758 millones de euros para reflotarlo. Los primeros 300 millones de esa cantidad estaban destinados a poner el balance a cero, sin embargo, en parte se utilizaron para capitalizar la sociedad. Hasta ahora se investigaba el uso que Ferrán y Pascual hicieron de esos 300 millones. Sin embargo, ahora se ha abierto la veda a la investigación sobre el destino del resto del dinero, en teoría destinado a la reconversión de la compañía y renovación de la flota.
Otrosí: el juez se vuelve ahora en la investigación del papel jugado por la SEPI, es decir, por el donante de fondos, con la imputación de los directivos que firmaron el acuerdo con Marsans.
Las novedades fiscales llegan en el momento en que Díaz Ferrán ha roto su luna de miel con el Gobierno Zapatero. La crisis tiene la culpa.
Eulogio López
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