Sr. Director:

España tiene hambre. Hambre. Mucha hambre. Hambre de justicia. Justicia para que un criminal, una alimaña, no salga libre gracias a un chantaje.

España, mi España, la España que entre todos pudimos alumbrar en 1978 es sacudida y, al mismo tiempo, humillada, cuando un terrorista se vale de su particular huelga de hambre para salir de la cárcel.

Los muertos -¿demagogia?- no podrán salir de donde están. Están más vivos no lo duden- que ese sujeto que se alegraba con la muerte de centenares de personas.

Mientras él se reía viendo el dolor de los familiares, los españoles apostamos por la justicia y por el Estado de derecho para acabar con él.

Pero una vez más se hace daño, mucho daño a la democracia. No hay que poner en duda que los terroristas vuelven a brindar.

Ellos están en guerra contra un pueblo amante de la paz y de la democracia. Nuestros poderes deberías escuchar el rechazo de la calle.

El asesino, la alimaña, el sanguinario terrorista, callado, y empleando el chantaje, vuelve a humillarnos.

La oposición vuelve a tener un motivo más que suficiente para presentar una moción de censura al actual gobierno.

Una moción constructiva y llena de ofertas objetivas. Entre ellas, por poner un ejemplo; derrotar a ETA.

Volver a meter a De Juana Chaos en la cárcel.

Lorenzo de Ara

aracipriano@hotmail.com